Azores: las islas que me recuerdan a Islandia
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Cleo5
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Acerca de:Azores [Portugal]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Azores siempre me recordó mucho a Islandia. Son nueve islas volcánicas en mitad del Atlántico que no te dejan indiferente. Mi chico me convenció hace unos meses para darnos unas vacaciones en plena naturaleza en familia. No sé si fue un gran acierto. Mis hijas se me aburrían mirando tanta naturaleza silvestre. Ni siquiera las actividades a las que nos apuntamos la sacaban del aburrimiento.
En Las Azores hicimos lo que hacen todos los turistas: bucear, ir a ver ballenas de cerca y senderismo. Lo más interesante fue ver ballenas. No me las imaginaba tan grandes. Mi chico tenía más miedo que yo. Decía que el barco se estaba acercando mucho y nos podían atacar aquellos monstruitos marinos. No era para tanto. Las ballenas parecían acostumbradas a ver barcos cerca. Ni siquiera se acercaban al barco cuando los turistas tiraban pan al agua. No sé por qué a la gente le da por tirarle comida a los peces.
En Teceira pasamos tres días. Es la isla donde hay más que ver. Mi chico nos llevó hasta los fuertes de los siglos XVI y XVII y acabamos visitando también iglesias y conventos barrocos. Mi chico cuando se pone a hacer turismo cultural no tiene límites. Yo quedé sorprendida de la cantidad de monumentos que había en una isla perdida en medio de la nada del Atlántico.
Después de nuestra estancia en Terceira nos acercamos a Sâo Miguel, la isla más grande del arquipiélago y todavía tuvimos tiempo para ir a la Isla Piso, una isla en la que se come muy bien. Fue lo único que hicimos en esta isla más pequeña: comer. Yo estaba con uno de mis ataques de hambre y comía todo lo que me echaran.
Os recomiendo visitar las Azores. Hay que ir con una semana larga para ver un poco de lo mucho que hay que ver. Son unas islas llenas de vegetación, de Naturaleza desatada, pero también tienen lindas ciudades donde encuentras tiendas para gastar los ahorros del marido.
En Las Azores hicimos lo que hacen todos los turistas: bucear, ir a ver ballenas de cerca y senderismo. Lo más interesante fue ver ballenas. No me las imaginaba tan grandes. Mi chico tenía más miedo que yo. Decía que el barco se estaba acercando mucho y nos podían atacar aquellos monstruitos marinos. No era para tanto. Las ballenas parecían acostumbradas a ver barcos cerca. Ni siquiera se acercaban al barco cuando los turistas tiraban pan al agua. No sé por qué a la gente le da por tirarle comida a los peces.
En Teceira pasamos tres días. Es la isla donde hay más que ver. Mi chico nos llevó hasta los fuertes de los siglos XVI y XVII y acabamos visitando también iglesias y conventos barrocos. Mi chico cuando se pone a hacer turismo cultural no tiene límites. Yo quedé sorprendida de la cantidad de monumentos que había en una isla perdida en medio de la nada del Atlántico.
Después de nuestra estancia en Terceira nos acercamos a Sâo Miguel, la isla más grande del arquipiélago y todavía tuvimos tiempo para ir a la Isla Piso, una isla en la que se come muy bien. Fue lo único que hicimos en esta isla más pequeña: comer. Yo estaba con uno de mis ataques de hambre y comía todo lo que me echaran.
Os recomiendo visitar las Azores. Hay que ir con una semana larga para ver un poco de lo mucho que hay que ver. Son unas islas llenas de vegetación, de Naturaleza desatada, pero también tienen lindas ciudades donde encuentras tiendas para gastar los ahorros del marido.
Fecha:08:39:46 03/06/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:Portugal, islas, Azores, archipiélagos
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