No sabía que el Hotel Los Robles en Cangas de Onís, Oviedo está en una zona de marcha. Le había dicho a mi marido que buscara un hotel tranquilo en cangas de Onís. Me vinieron ganas de divorciarme cuando tuve que pasar la noche en un hotel rodeado de discotecas y restaurantes con clientes gritones. Casi no pude dormir.
Pero los ruidos no fueron lo peor. Lo peor fue la limpieza. Tuve que limpiar la habitación yo misma. Cuando encontré chinches en el suelo casi me muero con el ataque de asco que me dio. Mi chico decía que llamara a recepción para pedirles que vinieran a limpiar. Eso no valía. Tenía que limpiar yo la habitación. Me fui a un supermercado y compré líquidos de limpieza. A los del hotel sólo les pedí una fregona y unas escobas. Dejé el cuarto limpio como una patena. No hay mejor criado que el que manda y hace.
No os recomiendo este hotel. Es un hotel que está en la calle más ruidosa de Cangas de Onís. Todo es fiesta y todo es parranda. Las ventanas no aíslan nada el ruido. Oyes lo mismo con las ventanas cerradas que con las ventanas abiertas.
El hotel necesita una reforma. También necesita muebles nuevos. El colchón de nuestra cama era viejo e incómodo. El somier había conocido tiempos peores. Pero peor era el cuarto de baño que la habitación. Era tan pequeño que me sentí como una sardina enlatada en la soledad de una lata sin aceite. La ducha estaba tan pegada al váter que recordaba un aseo público cutre. No creo que vuelva a este hotel. Tampoco os lo recomiendo. Hay hoteles mucho mejores en Cangas de Onís, una localidad de la provincia de Oviedo cada día más popular.
Yo sólo había ido con mi marido. me alegré dentro haber llevado a mis hijas. No es el tipo de hotel al que llevaría a mis niñas. Tampoco había espacio para cuatro personas en la habitación. Todas las habitaciones de este hotel son pequeñas.