A mi marido le gusta mucho el Hotel Regente en Madrid porque tienen una buena ubicación y porque está como en la casa de su madre. No es un hotel lujoso. Esto no quiere decir que no estés cómoda. Tienes la sensación de que estás en una casa. La decoración es más de piso de familia que decoración típica de hotel. En la habitación que nos dieron la última vez hasta había una mesita auxiliar al lado de la cama que me recordó mucho la que pone mi suegra en la habitación de invitados por si quieren sus invitados desayunar sin pasarse por la cocina.
En todo caso, no le faltan ventajas a este hotel del centro de la capital de España. Por ejemplo, no tiene gastos de cancelación y la wi fi es gratis. Para mí la wi fi es un imprescindible. Trabajo a todas horas y necesito una conexión rápida a la Red de Redes y, a poder ser, que no me cobren extras por conectarme desde mi habitación. La wi fi del Hotel Regente en Madrid iba rápida como una moto. Se agradece.
Nuestra habitación estaba decorada en tonos crema: colcha crema a juego con las cortinas que te liberaban de la gran luminosidad que entraba del exterior y tarima de madera en el suelo del mismo color. Me gustó la entrada de la habitación: tenía como un pasillito hasta lo que era el cuarto. Esto daba intimidad. No me gusta mucho abrir la puerta y ver la cama. Las habitaciones del Hotel Regente en Madrid son distintas. Puedes elegir entre 25 tipos de habitaciones diferentes. Eso sí, te aconsejo que elijas una de no fumadores. La nuestra era de fumadores y olía a señor con pitillo. El olor a tabaco no se va ni abriendo las ventanas. Fue una pena que no hubiera habitación de no fumadores libre. El Hotel Regente en Madrid es un hotel muy demandado por los turistas.