Estuvimos en el Hotel Barcelona Airport porque mi marido tenía que hacer unos negocios en el polígono industrial en el que se ubica este hotel y también porque es un hotel que dispone de transporte gratuito al aeropuerto. Yo miro mucho eso cuando no llevamos coche. Los taxis son muy caros.
Es un hotel moderno, muy limpio y con habitaciones grandes, sobre todo las caras. Nosotros nos quedamos con una de las mejores. Teníamos 25 metros cuadrados de espacio para estar cómodos. Falta nos hacía. Nuestras discusiones siempre son por habitaciones pequeñas. Era una habitación para tres personas con un máximo de dos niños. Mi marido casi no la quería porque temía tener una habitación vecina ruidosa. No fue así. Estuvimos como en nuestra casa: no llegaban a nuestros oídos ruidos de las habitaciones vecinas ni del tráfico de la calle. La insonorización del Hotel Barcelona Airport es muy buena.
También lo es su limpieza. Todos los días cambian sábanas y toallas y los suelos están limpios como los chorros del oro. Hasta la caja fuerte estaba limpia. En la caja fuerte nos cupieron los dos portátiles. Falta hace guardarlos bien porque son caros, sobre todo los que llevamos mi marido y yo cuando vamos de viaje de negocios.
Desde nuestra habitación se veía el jardín. Como decía mi esposo no parecía un hotel de polígono. No lo parecía porque es un hotel pensado para gente que se puede pagar unas habitaciones que no son nada baratas a no ser que encuentres alguna oferta. El Hotel Barcelona Airport es un hotel muy demandado.
No te recomiendo que pidas desayuno si no lo llevas incluido. Una señora que estaba sin desayuno incluido pagó casi 20 euros. Nosotros llevábamos el desayuno incluido en el precio. Al final no nos salió nada caro. La wi fi de la habitación era gratuita y había un buen televisor de plasma con el que me entretuve mucho mirando series de televisión en mis momentos de ocio. Os recomiendo este hotel. El Hotel Barcelona Airport es un hotel perfecto para un trabajador o una trabajadora que se lo pueda pagar. Nosotros en el pequeño escritorio de nuestra habitación trabajamos con los portátiles como en una oficina.