Me gusta probar nuevos cosméticos. Me atreví con la Mascarilla Glittermask My Little Ponny de Glamglow pese a que me daba algo de miedo. Es una mascarilla que te pone purpurina en la cara de una manera bastante discreta pese a que no lo parece cuando abres el envase y la ves con su color tan llamativo.
Yo la compré en color rosa. En la cara te deja el brillo, pero no se te pone tan rosa como la ves en la caja. La venden en una cajita de color blanco grisáceo que cierra con una tapa de rosca. Es un envase más pensado para las adolescentes que para mujeres adultas. También lo es la mascarilla. Pero hay que atreverse con las novedades.
No creo que la vuelva a comprar. Me está cundiendo mucho. Aprovecharé la que me queda para las fiestas de carnaval y ya habré tenido purpurina para una buena temporada. No me acaba de convencer. No sé si será que me estoy haciendo una vieja prematura. Lo cierto es que vo que me pone mucho brillo en el rostro. Parezco una muñeca rusa. Eso está bien para ir a una fiesta donde la gente está pasada de copas y de alegría, pero no para andar por la calle en tu día a día. Darías la nota.
No os la recomiendo ni os la dejo de recomendar. Muchas amigas mías la compraron cuando me la vieron a mí. Les llamaba la atención el brillo que llevaba en la cara. No acertaban con qué me había aplicado. Tuve que enseñarles el envase para que quisieran creer que existe un producto como la Mascarilla Glittermask My Little Ponny de Glamglow. Una amiga mía la compró en color lila. Es todavía más artificial que la mascarilla rosa que compré yo. De recomendaros un color de la Mascarilla Glittermask My Little Ponny de Glamglow os recomiendo el color rosa. Es la que te proporciona un resultado más natural dentro de su artificialidad.