El cielo protector (The Sheltering sky) es una película del famoso director Bernardo Bertolucci que lleva a la gran pantalla la novela del mismo nombre de Paul Bowles. Data del año 1989 y fue premiada con un Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora Original.
La banda sonora es lo mejor de una película que nos cuenta las peripecias de una pareja de Nueva York que se traslada hasta el norte de África para darle vidilla a una relación que camina hacia la ruptura. No le faltarán aventuras en el continente africano. El marido músico busca emociones que lo lleven a componer de nuevo. Te da pena el marido. Lo ves y te vienen ganas de darle trabajo. Un hombre sin trabajo aburre a cualquier mujer y más cuando en Nueva York llevaba una vida bastante sofisticada.
Lo que no será un acierto es llevar de viaje a un tal Tunner, gran admirador de la pareja del músico y del propio músico. Es previsible lo que va a pasar entre el fan y la guapa Kit. Port también está muy interesado en el continente africano. Quiere meterse por el desierto del Sáhara y dejar en el olvido las comodidades del mundo moderno que disfrutó y de las que está cansado. Quiere encontrarse a sí mismo, descubrirse y descubrir el amor, por supuesto. Esta tercera esquina del triangulo es lo que te hace seguir viendo la película cuando ya ves que no te interesa. Para saber el final estás con el culo sentado en el sillón y no le das al off.
No volvería a ver está película ni borracha de vino. Endulza tanto que aburre. Ni siquiera las imágenes de lo que se supone que es el Norte de África compensan los 133 minutos que dura la cinta. Esta película es apta para todos los públicos. No hay escenas fuertes que no puedan ver los más pequeños de la casa. Esa es su ventaja. La puedes poner en esas reuniones de amigos en las que hay niños correteando por la casa.