La amistad puede darte fuerte. Es lo que piensas leyendo Por qué lloran las ciudades de Elisa Levi, una novela que no sólo lleva las lágrimas en su título sino que te las hace sacar de los ojos leyendo sus páginas. Todo es tristeza. Todo es pesimismo. Todo es lealtad también.
La protagonista se embarca en un viaje a Japón, un país desconocido, con las cenizas de su amigo del alma en un tarro. Quiere cumplir la última voluntad del amigo que se ha quitado la vida. Este hombre, muerto desde el inicio de la novela, está más presente en la trama que los personajes vivos. Lo vas descubriendo, conociendo sus penas, su vida y empiezas a reflexionar sobre el duro tema del suicidio. De hecho, Por qué lloran las ciudades de Elisa Levi es una novela sobre el suicidio. Así tal cual. Espero que no escriban más novelas como estas. Yo, desde luego, no pienso leerlas. Leí está y quedé kao. ¡Qué horror!
Por eso no os la recomiendo a no ser que quieras suicidar tu alegría con las penas del protagonista muerto y de la amiga leal al hombre que se suicida. Es una novela más de pensamiento que de acción. Vas leyendo y notas que no pasan tantas cosas. Es una redacción de sentimientos.
Ada viaja a Tokio para plantearse su futuro. Se siente como si estuviera siendo filmada. Se ve a sí misma desde fuera. Es una chica que sufre de ansiedad y te hace sufrir con ella. Yo cerraba el libro y me ponía casi a hablar sola. Lo tremendo era que no podía dejarlo de leer. Hasta que llegué a la última página no lo solté. Un poco más y acabo con las pastillas antidepresión en el bolsillo, igual que la protagonista de la novela. Por eso no os recomiendo nada la lectura de Por qué lloran las ciudades de Elia Levi.
Me hizo sufrir esta novela. No sé por qué seguí leyendo al ver que empezaba con el hombre muerto. El amigo muerto está con la protagonista de forma más presente que ausente. Acabas odiando a Denise, al chico que se quitó la vida y que dejó a la pobre Ada más sola que la una por muy rodeada que esté de hermanas, madre, su padre, su pareja y sus amigos y conocidos muy dados al chiste sin gracia.
La relación de Ada con su amigo era un tanto peculiar. Se intercambian poemas. Esta chica se comunica consigo misma con poemas. Un poco me recordó a mí misma. Yo también escribo más poesía para mí que para los que leen mis poemas en Internet. Lo que notas también es que Por qué lloran las ciudades de Elisa Levi es la primera novela de su autora. Por eso afloja tanto contando sentimientos que a veces piensas que son de Elisa Levi y no de Ada.