Nazaré fue uno de los lugares de vacaciones de mi infancia. Mi madre es una enamorada de Portugal, igual que yo, pero, a diferencia de ella, servidora visita otros lugares del mundo mundial. Mis hijas podrán decir de mayores que han idos de vacaciones a multitud de destino. No fue mi caso de pequeña. Tengo la sensación de haber pasado todos los veranos en pueblos portugueses como el de Nazaré.
Esta localidad del país vecino es una villa típica portuguesa que goza de un excepcional emplazamiento para pasar unas vacaciones de sol y playa. Está frente a una bonita playa de arena con forma circular. Pero no es la playa lo que más te llama la atención. Lo que a mí me hace gracia es el cocinado de pescado en las calles. Lo siguen haciendo igual que lo hacían hace años, cuando yo era una niña. En Nazaré las costumbres de la población autóctona no cambian.
Nosotros fuimos el año pasado por Pascua. Es cuando organizan el Torneo Internacional de Balonmano. Participaba un amigo de mi marido y nos acercamos a las pistas para aplaudirle. El balonmano no es el único deporte famoso en Nazaré, esta villa también es conocida como la ciudad del surf estremo. Los surfistas se vuelven locos con las olas y hacen auténticos bailes encima del oleaje. Hay que verlo para creerlo.
Nosotros siempre aprovechamos para hacer algo de turismo cultural con las niñas. La última vez las llevamos hasta la Iglesia de Nostra Senhora da Nazaré, después subimos a las alturas del Miradouro do Suberco, seguimos nuestro recorrido hacia el Farol de Nazaré y nos fuimos a tomar algo pro las calles más concurridas de la villa. Mimarido quiere ir el próximo noviembre. Es cuando celebran la temporada alta de la Bigwave. Quiere ver una de las olas más grandes del mundo para surfear. Lo llevaré al farol o a la fortaleza. Es desde donde se ven mejor las olas.
Os recomiendo visitar Nazaré. Aunque no vayas a ver las olas, puedes bajar a la Praia Norte y disfrutar de la playa, una playa que es espectacular y de la gruta erosionada que tanto gustaba a mi hermana cuando éramos niñas.