Lugo es conocida como la ciudad de las murallas y bien merecido tiene este nombre. Te das cuenta cuando recorres esta bonita ciudad gallega. Yo suelo ir con cierta frecuencia. Tengo familia en Lugo. Pero no sólo voy a ver a familiares más o menos cercanos sino que también voy por lo bien que se come en Lugo. a todos nos encanta el pulpo y mis hijas se vuelven locas con las tejas cubiertas con almendra, un pastel que encuentras en todas las confiterías.
La muralla es lo que más visitamos. Está hecha con pizarra y granito. Si te fijas ves como en las puertas hay granito porque el granito es una piedra muy resistente. No sólo hacemos turismo cultural por Lugo. También vamos a los pubs y terrazas. Más a las terrazas por las tardes que a los pubs. Cuando tienes dos niñas de corta edad no te apetece mucho salir de noche.
A mis hijas les gusta mucho pasear por la zona de la muralla. Mi marido les va explicando el significados de los escudos que se ven y acaba contándole historias que se inventa sobre las princesas que se asomaban a los balcones decorados. La Torre Mosquera siempre recibe una parada nuestra. Parece un cubo. Sus arcadas iniciales se conservan muy bien.
La Puerta de San Pedro era la puerta de la muralla por donde pasaban los peregrinos. Todavía hoy ves alguno haciendo este recorrido. Es una puerta de origen romano.
Dejando la muralla atrás, nos metemos por la zona de la Raíña, una zona de Lugo donde abundan casas modernistas con balcones de forja. Son casas construidas donde estuvieron los viejos conventos de Lugo tirados a mediados del siglo XIX cuando las monjas dejaron de estar de moda.
A mi suegra le gusta mucho la Casa de los Mosaicos. La descubrió en nuestro último viaje a Lugo. Es un edificio romano que tuvo mejores tiempos. en el siglo IV era lo no más. En Lugo abundan los restos romanos. Por ejemplo, en la plaza de Santa María encuentras restos de una piscina romana.
Volvemos a la muralla por la Puerta del Carmen. Es la puerta que tiene más elementos originales romanos. Subimos por una escalera a la muralla. Lo hace mucha gente, sobre todo los que van corriendo para mantenerse en forma. Yo siempre acabo con la impresión de que en Lugo no hay nada más que murallas. Murallas pro todas partes. Debe ser porque tanto mi marido, como las niñas, como mi suegra se empeñan en inspeccionar la muralla que dejaron los romanos en pie cuando desaparecieron de la Península Ibérica.
Tengo que llegar al puente romano, recientemente remodelado pro enésima vez y ver Lugo sobre su colina para darme cuenta de que Lugo es más que su muralla. al lado del puente hay un balneario, uno de los favoritos de mi madre. Es un balneario de la época romana. Las termas están en el Hotel Balneario de Lugo. Estuve en este hotel varias veces acompañando a mi progenitora. Es un buen hotel. Las termas tienen un techo abovedado con zonas que utilizaban los antiguos romanos para dejar su ropa. Vimos una piscina romana, o eso dicen. Llega un momento que casi dudas. Todo viene de los romanos en Lugo, una ciudad que os recomiendo visitar más que nada por la belleza de algunos edificios antiguos y por la tranquilidad de sus calles.