Mandela y el general de John Carlin es una novela gráfica histórica que me regalaron y que yo nunca compraría. La historia del apartheid está muy manida. La única ventaja de este libro respecto a otros similares es que nos da la versión del autor en dibujos que juegan con los colores para diferenciar a buenos y a malos. Así tenemos a los malos, es decir, a los de extrema derecha pintados en colores negro muerte y rojo sangre. No cabe duda sobre la posición que toma John Carlin.
El personaje más interesante de la novela es militar retirado Constand Viljoen, un hombre que va cambiando de parecer según avanza la negociación con Mandela. No quiero decir que Mandela no sea un personaje interesante, lo es, pero es mucho más conocido que el general que casi descubre la novela a muchas personas que no supieron del gran papel que tuvo en la resolución del conflicto entre negros y blancos en Sudáfrica. El general tenía un hermano gemelo más pronegros. Es este hermano quien le dice al general que es una buena persona cuando cede. Le costó lo suyo ceder. Lo vemos en la novela. El hermano gemelo del general está a la izquierda y cuestiona el apartheid. Los dos hermanos tardan cuarenta años en converger en pensamientos. El hermano gemelo actúa de intermediario entre el general y Mandela pese a lo distanciado que está del general en un principio. Así se evitó la guerra.
Lo que más me gustó de la novela fue ver como el general accede a participar en las primeras elecciones democráticas con un partido político. Saca nueve escaños. A partir de ahí todo fue hacia un final feliz.
Os recomiendo esta novela gráfica. Es un cómic tal cual pero encuadernado en libro. Lo lees rápido. Los dibujos son buenos, pero algo tristones por el predominio de trazos negros. El autor elige los fondos amarillos para resaltar los dibujos de los apretones de manos. Pero ni así te da mucha alegría. Hubiera sido más alegre que hubiera elegido unos dibujos más coloristas del estilo Zipi y Zape.