A mi chico cada año más le gusta esquiar. Por eso no perdona unos cuantos días en la nieve de vez en cuando. La última vez nos alojamos en el Hotel Grèvol en Llanars, Girona, para que pudiera ir a esquiar a la estación de Vallter 2000.
El hotelito está bastante bien. Es un edificio que no te deja indiferente con su arquitectura bávara en leno Pirineo Catalán. Es un hotelito serrano muy chulo.
Nos dieron una habitación con un balcón exterior de madera con vistas al valle. Salías al balcón y olías la naturaleza montañosa en toda su plenitud de pureza. Te dabas cuenta de la contaminación que respiras en la ciudad al oler el aire limpio de la montaña. El dormitorio contaba con una pequeña sala contigua decorada con una mesa camilla, sillas y un sofá-cama. Entre el sofá y una cama auxiliar que accedieron a colocar no necesitamos una segunda habitación para las niñas. Todo lo que sea ahorrar está bien.
Me gustó mucho poder bajar a desayunar tarde. Yo no iba a esquiar y aproveché para levantarme tarde. El desayuno lo sirven a cualquier hora de la mañana. La cafetería es espectacular con sus dos niveles. En el centro tiene una gran chimenea que caldea el local. Fue donde pasé más tiempo. Hacía tanto frío fuera del hotel que apenas salí. Sólo acompañé a las niñas y a mi chico a dar un paseo por el monte un día que no nevaba mucho. Mi chico llevó a las niñas a esquiar. Intenta aficionarlas al deporte nevado. No creo que lo consiga. Lo que querían mis hijas era pasar horas nadando en la piscina climatizada del hotel. A mí me gustaba más el hidromasaje que había en el sótano.
Os recomiendo este pequeño hotel que está a sólo 23 kilómetros de la frontera francesa. Vas por la carretera de Camprodôn a Setcases y lo encuentras en la orilla izquierda del río Ter, antes de llegar a la estación de esquí.