No cambiaría mi Campana decorativa BOSCH DWB671M50 por otra. Estoy muy contenta con ella. Deja mi cocina libre de humos cocine lo que cocine. Hasta aspira bien los humos cuando viene mi madre a casa y se nos pone a cocinar como la cocinera de un restaurante de complejo hotelero. Es una campana decorativa que me enamoró cuando la vi funcionando en mi cocina. Por su diseño no la habría comprado. Tiene el diseño clásico de una campana de isla con ese color clásico que no hace que la mires dos veces.
No es barata. Me costó 347,65 euros. Menos mal que la estoy amortizando. No creo que la cambiemos en años. Se ve robusta, fuerte, resistente. Le puedes poner hasta tres velocidades distintas. La velocidad rápida es la que pone siempre mi madre. Yo la suelo poner en la velocidad intermedia. Cuenta también con touch control.
Os la recomiendo. Esta Campana decorativa BOSCH DWB671M50 fabricada en acero inoxidable no defrauda. Hasta la encuentro fácil de limpiar. Le pasas una bayeta húmeda en agua jabonosa y la dejas limpia como los chorros de oro. Lo que sí hago es pasarle el paño húmedo con frecuencia. La grasa se va acumulando si no limpias a diario y, una vez que se va pegando grasa sobre grasa, no hay quien limpie ni esta campana decorativa ni los azulejos de la cocina.
Yo gracias a la Campana decorativa BOSCH DWB671M50 puedo disfrutar de una cocina libre de humos y de olores. Se agradece que te quite los olores de la cocina sobre todo cuando preparas pescado. Mi marido siempre se quejaba por el olor a pescado que había cuando no estaba esta campana en nuestra cocina. Desde que la compramos y la disfrutamos se han acabado las quejas por el olor a pescado. Puedes hacer sardinas, pescado blanco o incuso una churrascada sin que los olores se te expandan por casa.