La posada de Babel en Llanes, Asturias, es una casita muy mona con diseño ecléctico moderno asturianista. Nosotros pasamos un par de días tranquilos en este pequeño alojamiento rural de la provincia de Oviedo. Está en mitad de un prado de una hectárea y media, a sólo cinco kilómetros de la playa. Fue una pena que el tiempo no acompañara para ir a darse un chapuzón en las bravas aguas del Cantábrico. Tuvimos tan mala suerte con el tiempo que hasta nos llovió.
Aprovechamos las tardes de lluvia para dejar pasar las horas junto a la chimenea del salón. Mi chico decía que eran unas vacaciones de la chimenea a nuestra habitación y viceversa. No le faltaba razón. Mis hijas eran las que lo llevaban peor. Las niñas enseguida se aburren. Ni con las tablets conseguía tenerlas entretenidas.
Me gustó este hotelito. No descarto volver. Quiero probar a habitación que metieron en el hórreo. Estaba ocupada por una parejita de recién casados cuando estuvimos nosotros por allí. Me parece muy romántico dormir con tu pareja en un hórreo destinado en otros tiempos a guardar la cosecha. Me comentaron los empleados del hotel que el hórreo convertido en dormitorio para caprichos románticos era muy demandado por los clientes.
Os recomiendo La posada de Babel en Llanes, Asturias. Llegas por el desvío de la N-634, junto a la Cruz Roja, en dirección a La Pereda. Nosotros llegamos sin perdernos, y eso que conducía yo. Enseguida encontramos la casa de tejado rojo con chimeneas y amplias galerías. Es una casa muy coqueta por fuera y algo pobre por dentro. Por ejemplo, nuestra habitación no tenía ninguna decoración en las paredes y daba para una terraza con el suelo a medio poner. Mi chico decía que era así, tal cual estaba, pero no, a mí me parecía que a aquel suelo le faltaban unas baldosas en la mitad que no tenía. Lo que sí había era buena ventilación. Abrías la puerta ventana-pared que daba para la terraza y morías de frío.