La calle de la degustación de postres gallegos

Acerca de:Rúa do Franco [Santiago de Compostela]
Ventajas:Calle céntrica
Desventajas:Llegan a ser un poco cansinas las que te ofrecen comida
¡¡Hola de nuevo!!
Ahora quiero hablaros de otra de las calles por donde nos dimos unas cuantas vueltas dentro de la ciudad de Santiago de Compostela. Os quiero hablar de la rua do Franco.

Esta calle, como ya os he dicho antes previamente, se encuentra situada dentro de la ciudad de Santiago de Compostela. Pertenece a una de las calles del centro o del casco antiguo de la ciudad. Está muy cerca de la Rua do Vilar y sobre todo de la catedral de Santiago, la plaza del Obradoiro y de todos los monumentos y sitios turísticos del centro de Santiago.
Nosotros nos dimos por allí bastantes vueltas, sobre todo a la hora en la que el estómago iba pidiendo comida. Así que después de darnos una vuelta por la plaza del Obradoiro, cogimos la calle recta, que es justo la Rua do Franco y empezamos a girar la cabeza de un lado para otro viendo un poco los precios de los menús y a ver dónde tenía mejor pinta.

Cansados de andar y de andar nos metimos en un bar a tomarnos algo, yo me pedí un pika que se dice en Vitoria pero allí pedí una clara con limón. Era un bar pequeño, con un montón de tapas y productos de la zona puestos en la barra para que tú eligieras que querías comer. Me quedé flipado al ver que las almejas aún seguían vivas y sacaban los ojos y se los pillaban con su propia cáscara al asustarse.

Después de tomarnos ese cacharro, seguimos la calle hacía arriba donde al principio no nos parecía nada molesto, pero luego nos llegó a cansar que en muchas de las tiendas de dulces, había una señorita en la puerta con bandejas en las que te ofrecía a degustar un dulce gallego y con la tontería te metía dentro del local para que comprases y comprases. Había por todos los lados gente ofreciéndote, eso si que me llegó a cansar un poco.
Volvimos a dar la vuelta por la misma calle, otra vez las señoras del postre venga a hablarte y nos dirigimos al bar donde mejor nos había parecido. La verdad que comimos bastante bien. Cuando terminamos de comer nos dimos de nuevo una vuelta por la misma calle donde compramos queso de tetilla para llevarnos a Vitoria.

En definitiva, se trata de una calle un poco estrecha con abundantes locales de bares y de restaurantes. Además predominan las tiendas que venden productos locales y la verdad, que ese mismo día la calle estaba llena de gente, es una pasada.

Nos gustó mucho esa calle, exceptuando la de los postres, pero bueno entiendo que es su negocio.

Un saludo a todos.
Fecha:22:03:17 30/06/19
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes