¡¡Hola a todos!!
La casa rural Toki Eder se encuentra situada en la localidad de Tuyo, un pueblecito de la provincia de Álava. Desde Vitoria es bastante fácil llegar hasta esta casa rural. Salimos por el barrio de Sansomendi cogiendo la autovía sentido Burgos o Miranda de Ebro y en la localidad de La Puebla de Arganzón, os salís para entrar en ese pueblo y tenéis que seguir la carretera hasta llegar al siguiente pueblo que es ya Tuyo.
Recuerdo que nosotros la noche del viernes nos quedamos tomando un pintxo en la Puebla de Arganzón, esperando al otro coche que iba a venir con nosotros. Una vez que estábamos todos llegamos al pueblo ya de noche y nos vino una señora mayor a antendernos bastante amable y simpática. Nos enseñó todas la casa y nos informó de que el domingo no preparásemos nada de comida, que nos iba a dar una sorpresa, que nos iba a hacer ella una comida especial.
La casa era bastante grande y muy limpia y ordenada. Tenía tres pisos, en la parte de abajo estaba la cocina con una mesa de madera amplia donde comimos y cenamos de maravilla. La cocina estaba equipada con todo lo necesario y si nos faltaba algo, ya nos dijo la dueña que se lo pidiéramos, pero no echamos en falta nada. Esta parte daba a la entrada principal de la casa rural.
Subiendo por las escaleras nos encontrábamos con todas las habitaciones de la casa y los cuartos de baño. Al igual que la planta baja, todo estaba en muy buenas condiciones y la decoración era bastante buena, la verdad. En esta planta estaba la otra puerta que daba a la calle de atrás de la casa rural.
Pero lo mejor estaba por ver, volviendo a subir por las escaleras accedíamos al tejado de la casa, donde pasamos la mayor parte del tiempo cuando no había que comer ni nada. Arriba nos encontramos con un billar totalmente gratuito donde no parábamos de jugar, una mesa de ping pong en medio de la sala y al otro lado dos sofás rojos para sentarnos y charlar. Esa fue la zona que más me encantó de la casa. Lo pasamos genial ahí arriba.
En esta casa rural, lo que nunca nos había pasado en otras, nos pidieron los DNI por motivo de seguridad de todos los que estábamos en la casa rural, se lo dimos a la dueña sin problemas. Nos informó que era por motivos de seguridad para la policia vasca, la Ertzaintza.
Y llegó el domingo, la hora de comer. Nos llamó la dueña a la puerta y nos entregó una enorme olla llena de alubias, chorizo, morcilla, etc... Era una señora olla, enorme y estaba a rebosar. La verdad que la señora se cebó un poco con tanta comida. Nos dijo que no podíamos dejar nada en la olla, así que a comer. La verdad que las alubias estaban para morirse de buenas, ¡menudo detallazo! Nosotros no teníamos ni idea de lo que nos iba a preparar, pero se lo agradecimos profundamente y por lo que he visto en muchas opiniones de otra gente que ha ido a esta casa rural, lo tiene por costumbre. Eso le da muchos puntos buenos a esta casa, que aparte de estar genial la casa por dentro, el trato de la dueña es excelente.
Como ya he dicho, las habitaciones al igual que el resto de la casa estaban en perfectas condiciones. Había una serie de habitaciones, algunas con baño incluido, todas muy limpias y ordenadas con una buena decoración.
Lo pasamos genial y no dudaremos en volver en otra ocasión.
Un saludo.