A mi madre le encanta el Tomate frito ORLANDO y yo casi le estoy cogiendo el gusto. Debe ser porque últimamente está haciendo mucho de canguro mi progenitora y me lo mete siempre en la lista de la compra. Le gusta el casero y en aceite de oliva porque está en envase de cristal, un envase que puedes reciclar en tu despensa para guardar otro alimento líquido. Yo lo estoy reciclando para guardar salsas caseras.
Es un tomate que venden también en una variedad casera y en otra variedad con aceite de oliva. Poca diferencia noto entre ambas. Mi madre dice que la casera tiene más sal. De sal andan sobradas las dos.
No es un tomate frito caro. Compré 3 unidades del tomate frito Orlando de toda la vida la semana pasada por 1 euro en un hipermercado. Son envases de 210 gramos. Mi madre se llevó el de aceite de oliva que viene en envase de cristal, como os he dicho, también por 1 euro. Hay que aprovechar las ofertas.
Os lo recomiendo. Mucha gente no se atreve a comprarlo porque viene en un envasado de cristal. Meten en la cesta el tomate frito Orlando de toda la vida. Deberían probar las otras variedades. Una amiga mía probó en casa el de aceite de oliva y quedó enamorada de su sabor. Ni el casero ni el de aceite de oliva no es como el tomate frito que preparas tú en casa, pero te ahorra el trabajo de hacerlo y de manchar cacharros. Yo soy muy de alimentos procesados por el tiempo que ahorro.
Este tomate lo encuentras a vender en todos los supermercados y grandes superficies. Orlando es una marca famosa en tomates fritos y con otros preparados para hacernos la vida más fácil a amas y amos de casa. El envasado en cristal es reseñable. Está en la línea de ahorro en plásticos y en un camino hacia envasados del pasado mucho más ecológicos. Igual de alabable es la etiqueta del tomate Orlando estilo casero. Ves en la imagen una esquina de mesa con mantel a cuadros rojo que te hace acordarte de la casa de tu madre durante la infancia.