Fui a la Peluquería Fatou en La Coruña con una amiga y quedamos muy contentas con el servicio recibido. Yo quería hacer algo afro en mi cabeza. Una locura, por supuesto, pero, de vez en cuando hay que hacer una locura para llamar la atención entre las amistades. Al final no hice tanta locura. Me contenté con un alisado africano.
La Peluquería Fatou en La Coruña está en la Avenida de Finisterre. La regenta una chica de Senegal que se llama Anna Diop, una joven muy maja. Se nota que le gusta su trabajo. Te trata como si te conociera de toda la vida y deja que decidas tú, sin ella darte ideas más locas de las que llevas.
La peluquería tiene una decoración sencilla. No faltan cuadros en las paredes que recuerdan la belleza en otros continentes. Eso te da sugerencias. Los espejos enmarcados en blanco quedan bonitos en una decoración en la que priman los colores oscuros, huyendo un poco de lo habitual en las peluquerías de toda la vida.
Fatou es una peluquería unisex. Irán hombres, pero cuando fui yo no había ninguno. Sólo había un par de señoras mayores que supongo que eran clientas atraídas por los precios módicos que tiene este local de peluquería y estética. La gente mayor mira mucho el dinero. Hacen bien. No hay por qué gastar más cuando puedes recibir un buen servicio en cortes, peinados, tintes, extensiones y trenzas a un precio más competitivo que en las peluquerías de la competencia. Esto no quiere decir que el servicio sea peor, al contrario. Mi amiga se puso unas extensiones que le quedaron mucho mejor que cuando se las ponen en peluquerías caras. Anna tiene unas manos de ángel. Hace maravillas en las cabezas de sus clientas.
Con el idioma no tienes problema. Anna y la persona que la ayudaba hablaban español perfecto. También entienden el gallego. Me comentaron que la peluquería les va muy bien. No me extraña. Como os he dicho, hacen maravillas. Por eso os recomiendo esta peluquería de La Coruña.