Rosas y más rosas hay en Chédigny, un pueblo famoso en Francia por los rosales que lo invaden. Ves rosales cubriendo las fachadas de las casas, rosas en los jardines, rosas en las cunetas de las carreteras. El pueblo de las rosas te hace aburrir las rosas, aunque te gusten, como es mi caso. Los excesos siempre llevan al aburrimiento.
Mi marido organizó una excursión familiar por este pueblo en un viaje que hicimos al país vecino. Quería que conociéramos un pueblo singular. Él lo había conocido en un viaje de negocios en el que no contó con mi compañía. Pensó que me encantaría. No fue el caso. Ni a mí ni a las niñas nos gustó Chédigny en Francia. Todavía recuerdo las nauseas que me causó el olor a rosas que había por todas partes.
El pueblo es pequeño. Tendrá unos 500 habitantes. Viven en familia. Cerca están los famosos castillos del Loira. Nosotros tuvimos que descansar en el hotel antes de seguir con nuestras vacaciones por Francia. No podía más. En total tienen por allí más de un millar de rosales. También hay plantas aromáticas como la madreselva o la lavanda. Son plantas que se hacen hueco entre tantas rosas, cubriendo las fachadas y los tejados de las casas del pueblo. No hay terraza donde el protagonista no sea un rosal. Las calles parecen sendas de jardín con tanta rosa.
Mi marido nos apuntó a mí y a las niñas a un paseo floral guiado por un botánico. Nos contó los secretos de todas las rosas que había. Trescientas variedades de rosas distintas, nos dijo el guía que tenían en Chédigny. Acabó nuestro paseo guiado en el jardín del Presbiterio.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar Chédigny en Francia. Lo mejor de nuestra visita a este pueblo francés fue ver la plaza del boticario con sus hierbas medicinales y el huerto. Estoy bastante interesada en las hierbas medicinales. Te resuelven bastante bien los problemas de salud. Hay que volver a los remedios de las abuelas. Es lo que dice mi madre. Y no le falta razón.
A donde no creo que vuelva es a Chédigny en Francia. con una visita tuve suficiente. El exceso de rosas no es para mí.