Hacer pan en casa se está convirtiendo en una moda. Yo no me acabo de sumar a la moda pese a haber comprado la Panificadora MBM450-18 de Mandine, un cacharro que me costó 49,90 euros. Era de 69,90 euros sin descuento. Reconozco que llegó a la cocina de mi casa gracias al descuento en el precio inicial. También lo compré porque mi madre hace pan en casa y estaba candada de que me lo amasara encima de mi mesa de la cocina. La panificadora evita mucha limpieza.
La Panificadora MBM450-18 de Mandine cuenta con doce programas de horneado. Según elijas uno u otro el color de la corteza del pan es distinto. Te da mucho juego. Pero no pienses que le pillas el truquillo leyendo su manual de instrucciones. Es cuestión de probar y volver a probar. Con la práctica se aprende más que con la lectura del manual de instrucciones que viene en la caja.
No es de las mejores panificadoras que hay. Lo reconozco. Sus 450 w se le quedan algo cortos. Necesitaría el doble. De hecho, hay en el mercado panificadoras con más potencia. Pero son más caras. Aún así, casi compensa pagar un poco más. En mi caso es igual porque la panificadora la compré más para mi madre que para mí.
Los panes que hacemos con la Panificadora MBM450-18 de Mandine en casa suelen ser de un kilo. Los puedes hacer más pequeños. Por ejemplo, de medio kilo. También puedes hacer pan con distintas harinas. Mi madre prepara siempre pan sin gluten para que lo pueda comer mi niña mayor. Lo malo es que a la niña le gusta más el pan sin gluten que le compro yo hecho al que hace su abuela.
Os recomiendo la Panificadora MBM450-18 de Mandine. Te vendrá bien si hay alguien en casa intolerante al gluten. Con la panificadora haces el pan y te sale más barato que comprar esos panes especiales que cobran a precio de oro en las panaderías.
La Panificadora MBM450-18 de Mandine tiene un diseño que recuerda un poco al de una freídora. Es un trasto bonito. Su base es negra, con unos pequeños pies antideslizantes. También es negra la parte superior. En el medio tenemos un cuerpo color acero inoxidable que hace juego en cualquier cocina. Trae una taza medidora. Se agradece la taza. Todo lo que sirve para medir es bienvenido en mi casa. Soy de las que mide los ingredientes de todas las comidas hasta el milímetro.