Mis padres estuvieron unos diez años viviendo en Holanda antes de nacer yo. Por eso le tenemos mucho cariño a este país hecho por el hombre ganándole terreno al mar. Es un país llano surcado por canales por los que navegan grandes barcazas.
Lo que más me gusta de Holanda es su zona rural. El campo en Holanda tiene muchos invernaderos. No faltan campos en los que ves vacas con sus colores negro y blanco típicos de la raza vacuna que apasta por allí. Mi marido, en cambio, prefiere las ciudades. Le gusta mucho Amsterdam. En concreto, le gustan las afueras de esta ciudad por los campos de fútbol y canchas de tenis que se ven. Cuando vienen las niñas, solemos acercarnos hasta el Palacio Real y también las llevamos al puerto para que vean los barcos. Amsterrdam es una ciudad moderna que no olvida su antigüedad. Siempre fue una ciudad muy comercial. Sólo hay que ir a la plaza del Dam para darte cuenta.
Amsterdam nunca me ha dejado indiferente con sus tranvías, los canales, las bicicletas, las flores, los visillos de las ventanas. Parece una ciudad de postal sacada de la postal. En Amsterdam hay muchos museos. También hay zonas de marcha o la zona de copas de la Rembradts Plein. Yo nunca salgo de Amsterdam sin comprar algo en un anticuario. Hay un montón de tiendas que venden antigüedades. Siempre me doy algún capricho. Si viene mi marido, el capricho suele ser algún diamante que paga mi santo. En ningún sitio encuentras un diamante mejor tallado que en los talleres de diamantes de Amsterdam.
Os recomiendo visitar Amsterdam. Más que sus museos os recomiendo dar un paseo por su casco antiguo. El barrio de Jordan tiene muchas casas de los siglos XVII y XVIII. Yo nunca le perdono a mi santo una tarde de compras. Lo arrastro hacia la zona comercial de la ciudad y en las calles de Kalvestraat y Nieuwndijk, cerca del Dam, le vacío la cartera. Mis niñas siempre quieren ir al Mercado Flotante de Flores. Está en el canal Singel. Te vuelves loca con tantas flores, con tanto color. Los anticuarios de los que os hablé están en la Spiegelstraat y en la calle Rokin.