La esquina de Valentina está en la esquina de la calle Torreiro, en La Coruña. Es un fast food de calidad con panes a medida de sabores deliciosos. El bocadillo de caldeirada de ralla con pan de pimentón, bocadillo de corbina o jurel con pan de algas y agua de mar o pan bao de guiso de cordero con boniato son algunas de las innovadoras propuestas de este nuevo local que apuesta por comer sin mantel y sin cubiertos. Todo lo que tienen se puede comer con las manos.
Yo probé el jurel con pan de algas y me encantó. Al pan le ponen sal yodada. De ahí su sabor marino. Eso sí, no lleva agua de mar como pensaba mi marido. Los nombres los ponen rebuscados para que les queden bonitos en la carta y así vender más.
Sus bocadillos no son para pobres. Un bocadillo y una copa de vino te cuestan 15 euros. Por treinta euros comimos mi marido y yo. Eso sí, salí casi con más hambre que cuando entré. Se nota que vas a un local donde priman tanto la calidad que se olvidan de la cantidad. También pudo ser que me abriera el apetito ver a los cocineros trabajando. La cocina a la vista mete más hambre que quita lo que en ella se prepara.
El local acaba de abrir. Tomen nota: está en la esquina de la calle Torreiro con la calle Galera. Es una ubicación muy céntrica en una zona de tapas. Me gusta el local. Está muy limpito. Los taburetes altos son cómodos para una persona a la que le guste sentarse en la barra. Fuera hay unas cuanta mesas. Es una pena que estén siempre ocupadas.
Destacaría también la decoración del local, un trabajo que hicieron dos jóvenes decoradores de la Escuela de Arte Pablo Picasso de La Coruña. Esperemos que el negocio les funcione. Han invertido mucho dinero en abrir un local acorde a los nuevos tiempos.