Una masía con piscina en pleno Ampurdán

Acerca de:Mas Falgarona Hotel Boutique & Spa [Aviñonet de Puig Ventós]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Mas Falgarona en Avinyonet de Puigventós, Girona, es una casa rural con una cuidada piscina. Cuando estas tomando el sol al lado de las aguas azuladas de la piscina, miras la vieja masía y piensas lo bien restaurada que está. Sus dueños han sabido invertir su dinero. No me extraña que suela estar hasta los topes. Nosotros tuvimos que esperar para conseguir un par de habitaciones libres. Una masía en pleno Ampurdán es un buen negocio para sus propietarios. También es un buen negocio para los clientes. Mi marido y yo desconectamos del mundanal ruido en esta casa rural perfectamente integrada en el paisaje verde de la zona.

Como os decía, su exterior es muy rústico. Mantienen las paredes de piedra. Pero dentro cambia la cosa. En vez de ofrecerle al visitante una decoración rústica más vista que un calcetín blanco, han apostado por una decoración sencilla, funcional y minimalista. No te falta nada, pero tampoco te sobran adornos, cosa que se agradece. El minimalismo ayuda mucho a despegar la cabeza. Yo me sentí tranquila, cómoda, mejor que en mi casa. Eso no quiere decir que no hayan mantenido algunos elementos del pasado en su interior: ves alicatados atrevidos, maderas rústicas, paredes encaladas en algunas estancias y en otras con colores pistacho y amarillos bonitos.

Os recomiendo Mas Falgarona para un fin de semana o unas vacaciones más largas en el campo catalán. Encuentras toda la tranquilidad del mundo. Los huéspedes con los que compartimos estancia no eran nada ruidosos. Nosotros cogimos dos habitaciones. La nuestra estaba pintada de color blanco. La de las niñas era amarilla. Pero lo que más nos gustó fue la piscina. Está pegadita a la casa. Sales en bikini y te das un chapuzón.

Yo casi no salí de la masía. Entre piscina, habitación, restaurante y paseos por los jardines tuve bastante. Sólo un domingo acompañé a mi marido hasta la iglesia parroquial. Mi santo de vez en cuando vuelve a practicar su catolicismo. Lo acompañé porque se ofreció a venir conmigo hasta la Casa-Museo Dalí en Figueres. También llevamos a las niñas. La Casa-Museo Dalí está a 4 kilómetros. Las niñas quisieron ir a ver también el Museo de Juguetes. No quedaron muy contentas con el citado museo. Esperaban encontrar un edificio lleno de Barbies y sólo vieron muñecas y cochecitos viejos.
Fecha:11:12:12 11/08/20
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes