Volví a comprar la fragancia Carolina Herrera Good Girl Eau de Parfum Spray 80 ml que me había regalado mi marido las pasadas Navidades. Me encanta el envase. También me gusta el perfume. Es un perfume de la familia flor oriental que va muy bien para los meses en los que bajan las temperaturas. Estoy segura de que lo voy a poner una barbaridad este otoño-invierno.
Me gusta su olor inicial a una mezcla de café y almendra. Cuando se va asentando sobre la piel salen sus notas de jazmín sambac, nardos y raíz de lirio. Mi hija mayor dice que huele a jazmín. Yo lo encuentro muy femenino.
Es un perfume sensual, misterioso, dulce. Este perfume pide noche y romanticismo. Es una pena que no dure un poquito más. Se te va pronto, sobre todo si no insistes con el dosificador. Nunca me pongo menos de tres dosificaciones.
Hay que reconocer que su aroma es inolvidable. Lo hueles y lo recuerdas. Es una mezcla de nardo, el jazmín de Arabia, el haba tonka tostada y el cacao.
Os lo recomiendo, no tanto por el perfume en sí como por su envase. Esta hecho de cristal azul cobalto y se apoya en un tacón de aguja en tono dorado. Un zapato“stiletto”, precioso que vino a revolucionar el mundo de los envases de perfume. Siempre se puede inventar algo suele decir mi madre. Carolina Herrera encontró en un elegante zapato de mujer inspiración para la botella de su perfume olor jazmín.
Creo que nunca va a faltar de mi estantería de perfumes. A mi casa ha venido para quedarse. Tardaré en aburrirlo. El envase del perfume que acabé lo tiré, pero me costó. Es tan ideal el frasco que da pena llevarlo al contenedor de la basura. Parece que tiras el zapato de cristal de la Cenicienta.
¿Y su precio? Me costó este nuevo envase 60 euros. El primer envase que tuve fue gratis para mí. Lo pagó mi santo.