A comprar una calculadora, comprar una calculadora buena. Fue lo que pensé cuando mi hija mayor me dijo hace una semana que le pedían en el colegio una calculadora científica. Elegimos la calculadora científica CASIO FX-991SPXII, una calculadora que sólo vendían en color negro. Mi hija la quería azul. Este curso está en su año azul. Todo lo quiere azul: la mochila, la portada de las libretas, el estuche, la funda para las mascarillas, las mismas mascarillas...
Tuvo que contentarse con la Calculadora científica CASIO FX-991SPXII en negro porque no la había en otro color. Lo fundamental son las características de la calculadora. Yo miré que era la calculadora científica con más funciones: tiene 575 funciones. Si la calculadora sigue funcionando igual de bien, tiene calculadora para años y años. Los 29,90 euros que me costó van a quedar muy amortizados.
A mi marido le pareció cara. Él no la hubiera comprado. Mi santo siempre fue tacaño para cosas en las que no hay que andar con tacañerías. Esta calculadora es una inversión. Mi hija podrá seguir mejor sus clases de matemáticas en el colegio este curso y en cursos sucesivos. Tiene en su calculadora todas las funciones que necesita para realizar los problemas de matemáticas.
La calculadora funciona con energía solar y con pilas. Mi hija la deja al lado de la ventana de su habitación para que se mantenga cargada con la luz del sol y no gaste pilas. Casio ha pensado en el medio ambiente. Cuanto más utilicemos energías limpias como la luz solar mejor. También es mejor para nuestro bolsillo. Las pilas han subido sus precios hasta las nubes.
Os recomiendo la calculadora científica CASIO FX-991SPXII. Es una calculadora que vale todo lo que cuesta. La pantalla me parecía en la tienda un poco pequeña, pero no es tan pequeña. La comparé con la pantalla de la vieja calculadora científica que teníamos en casa y aún es un poquito más grande. En la pantalla ves gráficos, matrices y dibujitos varios. Para calcular los senos, cosenos, tangentes y demás esta calculadora es fantástica. Dice mi hija que su profesor de matemáticas no tiene una calculadora tan buena.