Mejillones en salsa gallega marca Albo son los mejillones en escabeche de toda la vida. Lo de salsa gallega se lo pusieron en el cartón que los envasa para venderlos mejor. No hacía falta. Albo lleva desde el año 1969 ofreciéndonos buenas conservas de pescado.
Lo que no nos ofrece son conservas con poco sal. Pruebas un mejillón y se te va la mano al vaso de agua. Mejor que los marides con una tónica. La tónica o un refresco apagan mejor la sed que te ocasiona una conserva sobrada de sal.
No se puede negar que los mejillones están ricos. Le eché dos latas a unas patatas fritas en la sartén esta mañana y nos pusimos como pepes mi marido y yo. Estaban que te chupabas los dedos. La salsa de los mejillones les dio a las patatas fritas cortadas en dados gruesos un sabor ideal. Mi marido me pidió que repitiera el plato un día que estuviera su madre. Quiere que su progenitora se dé cuenta de lo bien que estoy cocinando últimamente.
Os recomiendo los mejillones en salsa gallega de Albo. No son baratos, pero compensa comprarlos por lo buenos que están. En cada lata hay 115 gramos de peso neto. Entran entre diez y catorce mejillones. Yo los conté y en una lata venían doce y en la otra lata venían catorce. Si más vinieran, más comíamos. No te quitan el hambre, pero dan sabor a unas patatas fritas o cocidas que no tendrían mucha gracia solas.
A las niñas nunca les doy estas conservas en escabeche. Traen más sal que las conservas de pescado sin escabeche. Todas las conservas de pescado traen un exceso de sal que deberían limitar las autoridades competentes. La sal en exceso no es nada sana.
Me gusta la cajita de cartón que trae la lata. Es una caja de cartón con una foto de unos mejillones en escabeche tan apetitosos como los que vienen en el interior. Felicito al diseñador del envase.