Las opiniones sobre la pandemia de Oscar Tusquets
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Scarlett2000
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Acerca de:Vivir no es tan divertido, y envejecer, un coñazo [Óscar Tusquets]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Vivir no es tan divertido. Envejecer es un coñazo de Oscar Tusquets es un libro de reflexiones de un señor que acepta la muerte sin mucha preocupación por el final de sus días. ¿Es un libro triste? Muy alegre no es. Quitando algunas páginas que casi podría decirse que tienen un toque de humor, el resto del libro consigue ponerte seria.
Oscar Tusquets ha sido profesor en Estados Unidos, un país que tiene gran aversión a la muerte. El final de la vida no se nombra. El señor Tusquets nos recuerda las pocas imágenes que hay de los atentados a las Torres Gemelas. Yo diría que los americanos del norte tienen buen gusto. Sólo plasman los momentos felices de la vida.
El señor Tusquets, en cambio, da mucha cancha en su libro a las tristezas. De la pandemia vamos a salir más pobres y más tontos, afirma categórico. No le falta razón. La pobreza crece exponencialmente. La inteligencia deja de abundar. Debe ser que al hacernos más pobres pensamos menos eficientemente.
El libro no te deja indiferente. El señor Tusquets no se olvida de la arquitectura, su profesión. Dice que la buena arquitectura siempre fue ecológica. Nos pone ejemplos. Uno de esos ejemplos son las casas romanas. Empieza a divagar y llega a Salvador Dalí, amigo suyo durante diez años. Busquets había hecho una casa en Cadaques, pero no conoce al famoso pintor hasta que coinciden en una fiesta. Reconoce que tenía una opinión equivocada sobre Dalí. Este primer encuentro fue el principio de una larga amistad. Dalí era encantador. Estaba rodeado de oportunistas. Afortunadamente, el señor Tusquets no era un oportunista sino un amigo verdadero. Descubrió como la arquitectura enloquecía a Dalí. La arquitectura, decía el maestro del surrealismo, es la ciencia de la mente. La música, en cambio, es la ciencia de las vísceras.
El señor Busquets no recomendaría a su hijo que estudiara arquitectura. Hoy un arquitecto no tiene poder. Don Oscar conoció la época en que los arquitectos imponían su criterio, mandaban. Desde 1964 los arquitectos mandan menos. Mandan los seguros, las ordenanzas, los promotores.
No faltan en Vivir no es tan divertido polémicas. El señor Tusquets es partidario de la eliminación del Ministerio de Cultura. Lo explica con ejemplos. Proteger un tipo de pintura es censurar otro tipo de pintura. ¿Para qué proteger la pintura de vanguardia? La vanguardia va contra el Estado.
Vivir no es tan divertido, pero a Oscar Busquets le divierte aprender, dibujar, estudiar. Hay cosas de la vida por las que debe merecer la pena vivir. Incluso cosas por las que Oscar Busquets se muestra agradecido, como es el caso de la buena salud que lo acompaña con ochenta años.
Os recomiendo el libro. Oscar Busquets es miembro de una familia catalana adinerada. Su visión de la vida resulta interesante para una persona como yo que no ha nacido en una cuna millonaria. Los ricos siempre me parecieron muy interesantes. Piensan distinto a servidora.
Oscar Tusquets ha sido profesor en Estados Unidos, un país que tiene gran aversión a la muerte. El final de la vida no se nombra. El señor Tusquets nos recuerda las pocas imágenes que hay de los atentados a las Torres Gemelas. Yo diría que los americanos del norte tienen buen gusto. Sólo plasman los momentos felices de la vida.
El señor Tusquets, en cambio, da mucha cancha en su libro a las tristezas. De la pandemia vamos a salir más pobres y más tontos, afirma categórico. No le falta razón. La pobreza crece exponencialmente. La inteligencia deja de abundar. Debe ser que al hacernos más pobres pensamos menos eficientemente.
El libro no te deja indiferente. El señor Tusquets no se olvida de la arquitectura, su profesión. Dice que la buena arquitectura siempre fue ecológica. Nos pone ejemplos. Uno de esos ejemplos son las casas romanas. Empieza a divagar y llega a Salvador Dalí, amigo suyo durante diez años. Busquets había hecho una casa en Cadaques, pero no conoce al famoso pintor hasta que coinciden en una fiesta. Reconoce que tenía una opinión equivocada sobre Dalí. Este primer encuentro fue el principio de una larga amistad. Dalí era encantador. Estaba rodeado de oportunistas. Afortunadamente, el señor Tusquets no era un oportunista sino un amigo verdadero. Descubrió como la arquitectura enloquecía a Dalí. La arquitectura, decía el maestro del surrealismo, es la ciencia de la mente. La música, en cambio, es la ciencia de las vísceras.
El señor Busquets no recomendaría a su hijo que estudiara arquitectura. Hoy un arquitecto no tiene poder. Don Oscar conoció la época en que los arquitectos imponían su criterio, mandaban. Desde 1964 los arquitectos mandan menos. Mandan los seguros, las ordenanzas, los promotores.
No faltan en Vivir no es tan divertido polémicas. El señor Tusquets es partidario de la eliminación del Ministerio de Cultura. Lo explica con ejemplos. Proteger un tipo de pintura es censurar otro tipo de pintura. ¿Para qué proteger la pintura de vanguardia? La vanguardia va contra el Estado.
Vivir no es tan divertido, pero a Oscar Busquets le divierte aprender, dibujar, estudiar. Hay cosas de la vida por las que debe merecer la pena vivir. Incluso cosas por las que Oscar Busquets se muestra agradecido, como es el caso de la buena salud que lo acompaña con ochenta años.
Os recomiendo el libro. Oscar Busquets es miembro de una familia catalana adinerada. Su visión de la vida resulta interesante para una persona como yo que no ha nacido en una cuna millonaria. Los ricos siempre me parecieron muy interesantes. Piensan distinto a servidora.
Fecha:16:40:50 07/04/21
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Votos:no disponible.
Categorías:Ocio y cultura
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