El Champagne Rare Millésime 2006 Piper Heidsieck sabe a albaricoque. Tiene un sabor rico. Tomas una copa y vas a por la segunda copa. A la tercera copa te acuerdas del precio: 175 euros. No es un champán para beber como si fuera agua. Deberías guardarlo para ocasiones especiales.
Este Rare Millésime 2006 llegó a casa en una cesta de regalo de Navidad. Fue probarlo y enamorarnos todos de él. Tuvimos que volver a comprarlo. Lo notas delicioso de forma inmediata, oriental y fresco, maduro y cálido. Te atrapa. Su mineralidad paradójica y su opulenta sutileza ofrecen un potencial sustancial de expresión.
Su color no me gustaba mucho al principio. Ahora como que tanto me da su oro amarillo verdoso. Mi marido, en cambio, le da un diez en color. Burbujas delicadas y dinámicas brillan en este brillo de lino que se muestra tal cual en la copa. Nariz melosa y oriental es un dato que doy para los entendidos en vinos espumosos. Las fragancias de mango fresco, cacao, café y frutas tropicales, le dan a la cosecha una vitalidad sofisticada, que convierte a esta bebida en la bebida perfecta para cada ocasión.
Su sabor predominante es el albaricoque. El aroma del té de jazmín allana el camino para una mineralidad que emerge gradualmente. Aromas de albaricoque seco y peonía rosa presagian una estructura ligeramente vegetal, donde no faltan vainilla, kiwi amarillo y especias orientales. Su sabor justifica el alto precio que le ponen.
Os recomiendo el Champagne Rare Millésime 2006 Piper Heidsieck. Mis invitados lo aprecian mucho. En boca, notas un final excepcionalmente largo, los toques de moka y cacao confirman la fina mineralidad del Rare Millésime 2006. Tiene un sabor fruto de la mezcla de albaricoques secos, especias dulces, lima cidra, toques de bollería melosa crujiente y pimienta de Espelette. Lo notas en el paladar con una calidez oriental y ahumada.
La tensa frescura del vino presagia una magnífica longevidad. Está elaborado con un 70 % de uva Chardonnay y un 30 % Pinot Noir. Una buena mezcla.