Crisso Barcelona fue mi último descubrimiento en la Ciudad Condal. Necesitaba pasta y apareció en uno de mis paseos una tienda de Crisso Barcelona. En sus escaparate invitaban a entrar con unos carteles que anunciaban la compra de joyas a particulares. Allá me fui con unas cadenas de oro que me había regalado mi suegro. Prefería el dinero. Las joyas me recordaban demasiado a la madre de mi marido.
En Crisso te pagan bien. Hacen unas tasaciones más altas que la competencia. También pueden hacerlas porque Crisso hace una posterior venta internacional. Les vende a los más ricos.
Os recomiendo Crisso Barcelona. Puedes pasar por na de sus tiendas con esas joyas viejas que tienes en tu casa muertas de risa. ¿Para qué las quieres? En Crisso te dan dinero al momento. Si cambias de idea, puedes marchar. Estabas haciendo una transacción sin compromiso por tu parte.
Esta es la gran ventaja de Crisso: que pague al contado. No hay que esperar por cheques ni por transferencia. Otra ventaja es lo bien que te tratan. Te sientes cómoda en las tiendas. Si quieres romper el hielo de otra manera, puedes ponerte en contacto con ellos mediante whatssapp.
El personal de Crisso Barcelona es muy amble. Te dan todo tipo de explicaciones. Venderles oro resulta fácil. No te quedas con la sensación de pérdida de la pulserita de la abuela.
También está muy bien su página web. Recuerda la web de una joyería. En la web puedes ver el precio del gramo del oro. Sigue siendo un precio alto. Echas cuentas y te animas a vender alguna de esas joyas que te regalan. Tanto da que sean joyas bonitas o joyas feas. Te las pagan igual. Lo único que miran es que sean de oro. La plata no vale casi nada.
La venta de joyas a Crisso Barcelona es legal. Te dan factura. Otro motivo más para tenerlos en cuenta cuando quieres deshacerte de esos pendientes desaparejados o esas pulseras que ya no pones.