Las Pastas Gallo son un clásico en mi despensa. Reconozco que les soy infiel muchas veces con pastas de marcas blancas. El precio invita a cambiar. Pero, donde esté un buen plato de pastas Gallo, que me quiten las demás marcas. Te chupas los dedos con un plato de macarrones Gallo.
Tallarín, spaghetti, plumas rayadas, macarrón cortado, macarrón rayado, hélices o los tiburones que tanto gustan a mi marido. Estas son las variedades de pasta que comercializa la marca Gallo.
El envase es el de siempre: bolsa de plástico de color rojo con el gallito dibujado en blanco sobre un cuadradito negro. Hacen bien en no cambiar el envase. Lo reconoces nada más mirarlo. Es el mismo envase que vimos en los macarrones que compraban nuestras madres. Digo macarrones porque mi progenitora fue toda la vida muy de macarrones.
Os recomiendo las Pastas Gallo. Las encuentras a vender en todos los supermercados y grandes superficies. La única desventaja que tienen es su precio. Te sale el envase a 1,16 euros. Compras dos envases de marca blanca. Pero Gallo es Gallo.
Para ahorrar puedes hacer acopio de Pastas Gallo cuando están de oferta en el supermercado. Suelen hacer ofertas de la segunda unidad a mitad de precio. Hay que saber esperar la oferta. Mi suegra combina las pastas Gallo con pastas de marca blanca. El resultado no me convence. Prefiero preparar ollas completas de macarrones Gallo y ollas completas de macarrones marca blanca.
Las pastas Gallo también se pueden comprar online. Las venden en Amazon. En la página web de Pastas Gallo encuentras información de todos sus productos. Os recomiendo entrar. Yo he descubierto pastas que no encuentro a vender en muchos supermercados. Por ejemplo, algunas variedades sin gluten. En la web cuelgan recetas muy interesantes. Siempre me dan ideas para ir variando los platos de pasta en casa. Comer los macarrones preparados de igual forma acaba aburriendo tanto a niños como a mayores.