La HomeHood llegó a mi casa como un regalo de Navidad y compramos tres más, para tener una para cada uno. Es una manta con mangas con forma de sudadera gigante. Yo la encuentro comodísima. Puedes moverte sin que te caiga, es suave, es reversible y lava bien en la lavadora. La venden en ocho colores. La mía es blanca. Mi marido eligió un color verde militar y las niñas las quisieron en rosa.
Con las HomeHood estamos ahorrando mucho dinero en calefacción. Mi santo no quería andar amantado por casa. Cambió de idea cuando vio el resultado en la factura de la luz. Con los radiadores apagados casi todo el día, la cantidad a pagar a Naturgy era mucho menor.
La HomeHood es grande, pero no la pisas. Puedes andar cómodamente por tu casa. Si quieres estar más abrigadita pones la capucha. Yo en el sofá me acurruco para dejar los pies tapados. Las manos las meto en el bolsillo central. Así veo la televisión. No hace falta encender los radiadores. Mis hijas hacen lo mismo. A mi santo le cuesta un poco, pero no le queda otra. Quien manda en casa soy yo.
Os recomiendo esta maravillosa HomeHood. Ha venido a superar la manta con mangas, gracias a su diseño de sudadera enorme. A mí me tiene enamorada. Lo que me tiene menos enamorada es su precio. Compré tres gracias a un descuento del 50%. Me salieron a 59 euros. La que me regaló mi hermana era de 119 euros. Mi hermana está que trina porque compró para su casa algo así como media docena a 119 euros. Hay que saber esperar por las ofertas.
Esta HomeHood la amortizas. Está fabricada con materiales de buena calidad. Te va a durar varios inviernos en buenas condiciones. También tienes que pensar en lo mucho que vas a ahorrar en energía. Sales de la pobreza energética amantándote y apagando los radiadores. Es el remedio más antiguo. Os aseguro que da resultado.