Las galletas ricas están con los precios por las nubes. A mis niñas les encantan las Galletas Chiquilín de Artiach. Lamentablemente, ha sido un producto que he tenido que sacar de mi cesta de la compra.
Pagar 4,40 euros por una caja de galletas es mucho pagar. Las volví a comprar esta semana para darles una alegría a las niñas porque estaban de oferta. La segunda unidad me salía con un descuento del 50%.
Metí las dos cajas en el carro del supermercado. Eran 6,60 euros. Espero que me den para muchos desayunos, aunque sé que pronto las acabaremos. Las galletas que gustan vuelan de la despensa.
Estas galletas de la marca Artiach tienen un 61% de cereales. Son pura fibra. También son bastante azucaradas. Les ponen miel, pero es azúcar. Me da igual que lo dulce salga de la miel o de la remolacha o caña de azúcar.
La miel le aporta un sabor dulzón que enamora el paladar. Comes una galleta y tienes ganas de la siguiente. Yo ni las mojo en el café. Las tomo tal cual son: pequeñas, crujientes, con dureza blanda. Me encantan.
Os recomiendo estas galletas Chiquilín de Artriach. Las comercializan en cajas de 875 gramos. Van quitando peso del kilo y subiendo el precio. Habrá que privarse de comer tantos desayunos con estas galletas.
Están fabricadas con cereales, miel y huevos. Que nadie piense que llevan algún ingrediente exótico mirando su alto precio. La energía y el sabor de estas galletas de desayuno salen de ingredientes de andar por casa.
Seguiré comprando de cuando en cuando estas galletas de forma cuadrada y grosor gordito. Están tan ricas que habrá que hacer un esfuerzo económico para no privar a mis princesitas de las meriendas y desayunos que más les gustan.
Pero insisto: Artiach está poniendo los precios de sus galletas inasequibles para la clase trabajadora. Debe ser que no nos quieren de clientes.