Estrenamos nuestra nueva cafetera L'OR Sublime de doble servicio con personalización de volumen. No nos está resultando tan liosa como yo pensaba, pero todavía estamos cogiéndole el truquillo.
L'OR Sublime es una cafetera compacta y elegante que prepara todo tipo de bebidas de café de filtro a base de espresso. Te sale un café tan bueno como los cafés de las cafeterías.
Prepara dos cafés a la vez o uno espresso doble. Es una gran ventaja. Por la mañana se agradece el dos por uno para avanzar más rápido en los desayunos. Mi marido prefiere el espresso doble. Se lo repara él. Yo no tengo tiempo para perder contentando sus gustos.
La gran ventaja de esta cafetera es que nos ofrece todas las posibilidades del café: ristretto, lungo, espresso y más que te indican en el manual de instrucciones.
Otra ventaja es su compatibilidad con las cápsulas L'OR Espresso, L'OR Barista y Nespresso. Tiene mucha inteligencia artificial. Reconoce las cápsulas mejor que yo. El reconocimiento de cápsula dual siempre permite detectar el tamaño de la cápsula sin errores.
Os la recomiendo sobre todo por su calidad profesional. Tiene un sistema que trabaja con 19 bares de presión. Te prepara bebidas al estilo Barista en segundos. Espero que continúe siendo tan perfecta durante al menos un par de años. Nunca aguanto una cafetera más de dos o tres años. Me gusta cambiar. Salen nuevos modelos de cafeteras al mercado y hay que probar lo mejor.
Falta hace que siga funcionando bien porque me costó 110 euros. Es bastante cara. Ni siquiera un diseño elegante dentro de los diseños clásicos explica su alto precio. Dice mi marido que le sobran veinte euros. Incluso más. Cobran estás máquinas carísimas. Se aprovechan de lo mucho que nos gusta preparar un buen café en casita.
La estamos utilizando una barbaridad. Preparas tu delicioso café con mucha espumita pulsando sólo un botón.
Su limpieza es sencilla. Le pasas una bayeta húmeda y la dejas limpia como los chorros del oro. Su colo negro bonito ayuda a que no se ensucie mucho. Si la tienes en la cocina, no se le ve tanta grasa pegada. Tiene razón mi santo cuando dice que la cafetera tiene que ser de color negro. Además, es más elegante.