Los tendederos de quita y pon sobre el suelo no me acaban de convencer. Compré el Tendedero de aluminio de la marca Vileda de 20 metros de tendido para mi terraza. Apenas lo uso.
Sólo lo pongo para tender prendas pequeñas cuando mi tendedero grande está hasta los topes. Previamente, fregoteo bien el suelo. La desventaja de este tipo de tendederos es que la ropa se mancha con la suciedad de los suelos.
Son prácticos porque los puedes guardar cuando no los usas. Este tendedero de la famosa marca Vileda cierra bien. Le doblas los puntos de apoyo, es decir, las patas, y lo puedes guardar en un armario trastero.
Su mantenimiento es muy sencillo. Sólo tienes que pasarle una bayeta mojada en agua jabonosa para dejarlo limpio como los chorros del oro. El aluminio no necesita mucho mantenimiento.
Mi hermana se las ingenia para sacarle las cuerdas y lavarlas. Yo no soy tan fanática de la limpieza. Paso la bayeta bien mojada por todo y aclaro con una manguera.
Sé que me va a durar mucho. Su predecesor marchó de mi casa y de mi vida en un regalo de tendedero usado que le hice a una amiga. Suelo hacer regalos de cosas usadas. Mis amigas se enamoran de todo lo que compro yo para mi casa. Incluso a veces me piden que se lo venda.
El tendedero cuesta 19,99 euros. Subió algo de precio. La inflación también se deja notar en los artículos que no son de comer.
Os lo recomiendo. El tendedero de aluminio de Vileda lo encuentras a vender en muchas tiendas y grandes superficies. Cuenta con ocho cuerdas para tender en su parte central. En cada aleta tiene seis cuerdas.
Yo intento no meterles mucho peso a las cuerdas. Lo cuido para poder venderlo dentro de unos meses. Me gusta estrenar y para estrenar lo nuevo hay que vender lo viejo. No somos ricos.