Este verano descubrimos la Playa da Seiruga en un municipio de La Coruña que se llama Malpica de Bergantiños. Está en el Camiño dos Faros. Nos sorprendió la cantidad de gente que había pese a que el tiempo no estaba invitando a darse un chapuzón precisamente.
Mi marido se animó a nadar un poco en aquellas aguas seguras llenas de familias con niños y niñas. Yo me quedé e la hamaca con una camiseta sobre mi bikini mirando como mis niñas se lo pasaban pipa haciendo castillos de arena.
La playa da Seiruga, situada en un entorno de gran importancia natural en frente de las Islas Sisargas, no te deja indiferente. Tiene su encanto. Por allí está el humedal del Xuncal do Martelo, elegido por patos, garzas o nutrias para anidar o descansar de sus viajes por la zona. Estás en plena naturaleza.
En gran entorno paisajístico tanto en pleamar como en bajamar me dejó con ganas de hacer una segunda visita. Iremos este invierno, buscando la tranquilidad que o encuentras en esta bonita playa cuando hace buen tiempo en veranito.
Este verano parecía la playa de los niños. Este arenal con una pequeña ría se ha convertido en el sitio ideal para bañarse los más pequeños si vives en las proximidades.
Os la recomiendo. La Playa da Seiruga es una playa segura, sin corrientes. Puedes nadar como en una piscina, pero rodeada de la vegetación próxima y respirando aire puro.
Cuando llegas tienes que cruzar un pequeño riachuelo. Nada complicado. Te subes el pantalón y pasas andando. Nos dijeron que en enero, febrero y marzo hay que buscar un camino alternativo porque el río leva tata agua que te da por el pecho.
Si sales de la playa por la pasarela de madera llegas a un restaurante. Nos hizo falta para reponer fuerzas. A mí me costó lo mío conseguir que mis hijas cruzaran el río. Les daba un miedo espantoso pese a que casi no llevaba agua. Por eso, cuando vayamos en enero, pesamos dejarlas en casa con su abuela. No quiero ni pensar el terror que les daría ver el río con un caudal digno del Ebro. Mis niñas son muy miedosas.