Cuando mi marido me dijo que íbamos a pasar unos días en una cabaña en mitad de la nada le dije que no contara conmigo. Me imaginaba una cabaña cutre e incomunicada. No fue el caso. El Enoturismo María Manuela se encuentra en Pousada, una localidad que está a unos 22 kilómetros de la catedral de Santiago de Compostela.
Es una construcción de madera que recuerda un poco a aquellos palafitos de la Prehistoria. Está sobre el campo. Ahí está la diferencia con un palafito construido sobre una charca.
Dentro está muy bien equipada. Incluso la encuentras calentita porque es toda de madera. Nosotros teníamos una habitación espaciosa que tenía salida a la zona de terraza de la choza. Pero no era lujosa. El lujo era el orden, la limpieza, el silencio y el olor a madera nueva. No veías tablas apolilladas por ninguna parte. Yo me fijo en esas cosas.
Al final nos quedamos dos días más. Mi marido tenía que ir a una conferencia a Santiago y aprovechamos. A unos 18 kilómetros quedaba el centro de convenciones de Santiago de Compostela donde impartían la charla a la que asistía mi santo. Yo aproveché para pasar una mañana de tiendas en Compostela.
Fue el único gasto a mayores que hicimos. En la cabaña no gastas más de lo que pagas. Es un alojamiento con WiFi gratuita, aire acondicionado y terraza. También tienes bañera de hidromasaje. Acabas sintiéndote mejor que en tu casa.
Los dos últimos días que pasamos vinieron mis hijas con mi suegra. Cabíamos todos en la choza. La sala de estar con sofá cama fue nuestra salvación. Mi suegra quedó en la casa de una hermana suya que vive en Santiago, pero pasó con nosotros mucho tiempo. Le encanta las series y vio unas cuentas en el televisor de pantalla plana que nos dejaron.
También nos dejaron artículos de aseo gratuitos. Aprovechamos para no gastar los nuestros. Yo antes les hacía muchos ascos a las amenities. Ahora, desde que hay tanta crisis económica, me ducho con las muestras de champú y gel sin pensarlo dos veces. Es lo que ahorro.
Os recomiendo el Enoturismo María Manuela sobre todo porque cuenta con bañera de hidromasaje. Me relajó mucho. Mi marido me convenció para ir por los alrededores practicando ciclismo. Acabé para el arrastre. Si no fuera por la bañera hidromasaje hubiera tenido que pedir una baja laboral. La bicicleta es muy cansada por las rutas de monte.
No descartamos volver. Es un alojamiento rural un poquito caro, pero merece la pena. El aeropuerto de Santiago te queda a 15 kilómetros. Pero es mejor que lleves un coche. La choza está en una zona donde el transporte público brilla por su ausencia.