Las madres de Carmen Mola es la nueva entrega de esta famosa escritora falsa que no me acaba de convencer. Nuevamente tenemos un libro a escrito a varias manos que parece un puzle con tres piezas que malamente encajan entre sí.
La protagonista es la inspectora Elena Blanco, una policía un tanto rarita que trata de emular en rarezas a los inspectores de policía raros de todas las novelas policíacas.
Esta buena mujer encuentra en el depósito de la Grúa Municipal Mediodía II de Madrid una vieja furgoneta llena de olores del cadáver de un hombre atado a una silla. No se asusta. Es su trabajo encontrar cadáveres de gente extraña.
Mira el cuerpo y ve como una cicatriz hecha a cuchillo sube del pubis al abdomen. Elena toma nota y empiezan las investigaciones. Es un caso más. En ese momento ya te vienen ganas de dejar el libro. Estuve a punto de decir: que lo lea Carmen Mola.
Continué la lectura para escribir esta reseña. Además, me parecía entretenido ir descubriendo los párrafos que pertenecían a cada uno de los autores que se aglutinan bajo el nombre exitoso de Carmen Mola.
Al cuerpo del hombre le hacen una autopsia. Los primeros resultados de la autopsia indican que le han robado varios órganos. ¿Por qué lo habrán hecho?...
El hombre es un toxicómano reincidente. Podría pensarse que le roban partes interiores de su cuerpo para cobrar alguna dosis de droga que no ha pagado, pero parece que no es el caso. La inspectora ha visto el feto que le han quitado de dentro al muchacho. También ha mirado los resultados de los análisis de ADN que revelan que se trata de su hijo biológico. Debe haber alguna novia vengativa que fue a abortar un feto y se lo colocó en la barriguita.
Este hombre no será el único muerto de la novela. Pocos días más tarde, la Brigada de Análisis de Casos se desplaza al puerto de A Coruña. Los llaman porque han encontrado el cuerpo de un asesor fiscal de sesenta y cuatro años asesinado con el mismo modus operandi.
Parece que las madres se están vengando de los novios que las dejan embarazadas. ¿Quienes son las madres? ¿Qué relación existen entre los dos casos? ¿La inspectora Elena descubrirá la verdad? En ello está. Durante toda la novela intenta poner nombre y cara a las mujeres que andan por La Coruña metiéndoles fetos en las barrigas a los hombres. Os adelanto que lo consigue.
Y no os voy a adelantar más por si queréis leer una novela que no recomiendo. Es una novelita de kiosko. Si la puedes leer gratis en alguna biblioteca, aprovecha. Da pena tirar el dinero en una novela de argumento tan manido. La única pequeña originalidad está en los hombres embarazados con fetos que nadie quiere en un acto de feminismo igualitario.