La ciudad de la Estatua de la Libertad

Acerca de:Nueva York [Estados Unidos]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Nueva York es una ciudad que cada vez me agrada menos. Tuve una época en mi adolescencia que me hacía mucha ilusión conocer la Gran Manzana. Una vez conocida, mis ganas de regresar fueron a menos tras cada visita, sobre todo en los últimos años.

El último viaje a Nueva York lo hicimos con las niñas. Queríamos que nuestras dos princesitas conocieran una de las ciudades más importantes del mundo mundial. Como no podía ser de otra forma, empezamos nuestro recorrido en la estatua de la libertad.

Mis hijas se sintieron impresionadas ante una estatua que se levanta a más de 90 metros. La pequeña nos preguntaba cómo la habían hecho. Trabajando mucho los obreros de la construcción, le contesté. También les contamos a nuestras princesitas que esta famosa estatua representa a la ciudad desde el año 1886.

Este monumento de origen francés es lo mejor de la ciudad de Nueva York. Lo disfrutas desde su acceso, ya que para llegar hay que coger un pequeño ferry desde Staten Island. Afortunadamente, tuvimos la gran suerte de que el nuestro no iba muy lleno. Me agobian las aglomeraciones de gente.

Después de pasar una tarde entera en la estatua de la Libertad, nos centramos en Manhattan, el alma de la ciudad que nunca duerme y donde se encuentran los mayores atractivos para los turistas.

Subimos al Empire State Building y al edificio de las Naciones Unidas para ver los inmensos rascacielos que siempre tienes la sensación de haber visto infinidad de veces gracias a las películas que se han rodado en la ciudad.

Mi marido disfrutó mucho en el Barrio teatral de Broadway. Abrimos la cartera para ver un musical al más puro estilo neoyorquino. El dinero es para disfrutarlo.

Hablando de disfrutar, nos animamos a ver Manhattan en su total esplendor desde el aire. Disponen de una amplia oferta de viajes en helicóptero que salen desde lo alto del Rockefeller Center. Pero fuimos solos. Mis hijas son muy miedicas para los helicópteros. Las dejamos con una amiga mía que vive en Nueva York mientras nos paseaban en helicóptero previo pago.

En el Rockefeller Center no debes perderte su observatorio, llamado Top of the Rock. Es una buena alternativa de bonitas vistas, sobre todo si no te has animado al vuelo en helicóptero. Por cierto, me quedé con las ganas de patinar sobre hielo en su famosa pista. Sólo se puede hacer en invierno.

La verdad es que disfrutamos mucho este viaje a la Gran Manzana. Durante la semana que pasamos en Nueva York tuvimos tiempo para hacer turismo de museos. Estuvimos en el MOMA y en el Museo de Historia Natural. No iba a ser todo ir de tiendas, aunque, si por mí fuera, hubiera hecho turismo de compras los siete días que estuvimos por allí.

Regresamos a casa con fotos en la multitudinaria Times Square, delante del mítico edificio Chrysler y en el puente de Brooklyn. Incluso nos fotografiamos para la posterioridad en el Central Park, un lugar ideal para perderse en la naturaleza rodeados de rascacielos.

Mi marido me convenció para pasar un día en esta naturaleza urbanita neoyorkina. Fue una gran idea. Pasamos un día tranquilo paseando, mirando las fuentes y recuperando fuerzas con un picnic tras darnos unos paseos en barca por el lago.

Os recomiendo, pues, visitar Nueva York. Es una ciudad que puede parecer muy vista, pero sigue teniendo su encanto. Seguro que volvemos. Este último viaje fue inolvidable gracias a las niñas. Tanto la mayor como la pequeña era la primera vez que estaban en esta famosa ciudad estadounidense.
Fecha:20:11:46 27/04/23
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Categorías:Viajes