Hola, amigos de Xakia:
En esta ocasión voy a escribir unas líneas sobre otro de los personajes clásicos del comic español. Se trata de Anacleto, agente secreto. Durante muchos años fue uno de los protagonistas destacados de los tebeos de la Editorial Bruguera.
Es una de las más conocidas creaciones de uno de los mejores dibujantes que hemos tenido en España como fue Manuel Vázquez, padre entre otros entrañables personajes (como recordaréis muchos de los que pasáis de la treintena) de las hermanas Gilda o la familia Cebolleta.
Vázquez creó el personaje de Anacleto en la década de los 60, en plena fiebre del género de espías. Es un tópico decir que se inspiró en las películas de James Bond, pero en alguna ocasión declaró que en realidad la fuente era más bien la serie televisiva (en clave de humor) del Superagente 86. Y yo, que he visto capítulos de esta serie, me lo creo cuando leo las historietas de Anacleto. Éstas eran cortas y de argumento muy recurrente: el jefe de Anacleto (un señor calvo que fuma puros sentado en su despacho) manda al desventurado agente a las más extravagantes misiones lo más lejos posible, frecuentemente al desierto de Gobi (el Sáhara está demasiado próximo). Éste, un chico joven trajeado, con su cigarro y con cierto parecido al vaquero Lucky Luke, trata de conseguir el objetivo que le marcan, y si no lo consigue intenta disimular lo mejor que puede con escaso éxito.
En la época de mi infancia (años 70, lo confieso) este agente secreto era indudablemente uno de los personajes más presentes en los tebeos de Bruguera, sólo superado por Mortadelo y Filemón (sus colegas de profesión y desventuras), Zipi y Zape o el botones Sacarino, y uno de los que más me gustaban, pese a que sus argumentos eran muy repetitivos en ocasiones. En sus historietas había acción y aventura pero no había violencia, y el tono era evidentemente humorístico, no había que tomarse en serio absolutamente nada. En ese sentido tenía cierta similitud con los Mortadelo y Filemón de Ibáñez, sobre todo en su época de agentes de la T.I.A, aunque sin duda éstos últimos son mucho más enloquecidos y disparatados que el a veces demasiado tranquilo Anacleto.
El dibujo de las viñetas era sobrio y muy del estilo de la casa Bruguera. El estilo literario era sencillo, fácil de leer, y las historias eran cortas e iban al grano; si el jefe enviaba a Anacleto al desierto de Gobi, ya estaba allí en la siguiente viñeta buscando desesperadamente un poco de agua. Siempre algún "malo" por el medio para complicarle la vida pero eso no solía ser un obstáculo insalvable para nuestro esforzado agente.
En resumen Anacleto, agente secreto, es un deudor de las películas y series televisivas de espías, y como tal triunfó en los 60 y 70. Después decayó, y finalmente en los 80 Vázquez dejó "morir" al personaje. Ahora está bastante olvidado, pero, por fortuna, sus historietas han quedado impresas y es curioso leerlas ahora tantos años después. Es un personaje al que recuerdo como uno de los entrañables compañeros de mi niñez y adolescencia, y que me ayudaron a consolidar el recomendable hábito de la lectura.
Gracias por la atención y un saludo a todos.