“La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” es la segunda parte de la saga “Millenium”, del sueco Larsson, el escritor que no pudo disfrutar del éxito de su trilogía a causa del ataque de corazón que lo llevó a la tumba.
En este libro Svensson y Johansson son asesinados. Se trata de los colaboradores de Mikael, el director de la revista Millenium. Estaban haciendo una investigación sobre tráfico sexual. ¿Quién es el asesino? La policía cree que los mató Lisbeth, la joven hacker que había trabajado con Mikael en el anterior libro de la saga. Mikael cree que la policía se equivoca: Lisbeth es inocente.
“La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” empieza con mucha acción desde las primeras páginas. Es una lectura rápida, que te va enganchando con misterio e intriga hasta un final trepidante, totalmente abierto.
Lo puedes leer de manera independiente. Los personajes vuelven a ser presentados con descripciones sencillas. Nada tienen que ver las nuevas historias con las que habíamos leído en “Los hombres que no amaban a las mujeres”. Sólo hay pequeñas alusiones a algún personaje del libro anterior.
La novela está llena de escenas de acción por parte de unos personajes que mantienen comportamientos que ya habíamos conocido. Lisbeth sigue siendo una joven desconfiada, solitaria, con un pasado oscuro. Para Mikael lo primero es su trabajo.
La novela se lee de un tirón. Tiene más de 700 páginas, pero no se hace nada larga. Lo mejor es el final. ¿Morirá Lisbeth? ...