Con apariencia de un sucedáneo de Harry Potter, Kika se dirige a un público todavía más infantil que el conocido mago. Sin guiños al público adulto, su presupuesto, de unos diez millones de euros, no es comparable al de la saga inglesa y tampoco lo es el resultado final.
Ésta se basa en una serie de libros que empezó a publicar en 1997 el escritor alemán Knister y cuenta las aventuras de Kika, una niña normal y corriente que un día encuentra un libro de magia y empieza a vivir aventuras fabulosas.
La anciana bruja Elviruja (la española Pilar Bardem, dando el tipo), tiene más de 400 años y desea encontrar una sucesora más joven. Héctor su pequeño y rechoncho dragón, también decide buscar una guardiana digna de hacerse cargo del libro de conjuros. Aterriza en la casa de Kika y, cuando la niña descubre el libro, comienza el caos, llenando su habitación de monos, provocando la inundación de su clase o utilizando los sortilegios para cautivar a un compañero de estudios rubito. Héctor le explica que así nunca llegará a ser la sucesora de Elviruja. Y mientras Kika intenta convertirse en una superbruja en el plazo de 99 horas, el malvado hechicero Jerónimo reaparece junto a su perro Serafín, lleno de malas pulgas, para conquistar el mundo.
Kika superbruja y el libro de los hechizos no engaña. Es una película que da lo que se puede esperar de ella: una historia sencilla y sin sorpresas dirigida al público infantil y con muchos efectos especiales y hechizos, apartado en el que se ha debido ir la mayor parte del dinero.
El principal fallo del filme es la interpretación exagerada y tonta que Ingo Naujoks hace del malvado Jerónimo. Todo lo contrario sucede con el dragón. Animado por ordenador, alcanza un nivel muy alto, especialmente en sus interacciones con los personajes de carne y hueso. De él provienen la mayoría de las situaciones cómicas de la película.
Los niños deben quedarse con su moraleja: Gracias a Kika aprenderán el valor de la amistad, del trabajo en equipo o la importancia de perdonar a los demás. Para los adultos, pasará con más pena que gloria.