Estuvimos este verano con mi familia pasando una semana en este hotel y la verdad es que nos lo pasamos estupendamente. Creo que si vas a un hotel en vacaciones es precisamente para no hacer nada y que te traten lo mejor posible, vamos, sin preocupaciones de ninguna clase, para poder descansar y relajarse de todo el año. Pues bien, en este hotel no hemos tenido absolutamente ningún problema, salvo un par de aspecto sin mayor trascendencia que más tarde os contaré.
EL hotel en sí está fantástico, bastante nuevo y cómodo, y excelentemente situado, está claro que es un hotel de veraneo por cómo está ambientado y su localización. La comida está bastante bien, variada y de calidad, y el personal es muy amable, siempre te atienden con una sonrisa y con mucha educación, daba gusto. Una cosa muy interesante es la disponibilidad de lavadoras y secadoras para los clientes, porque así puedes lavar la ropa de la familia y despreocuparte del asunto.
Ahora bien, los dos aspectos negativos que antes os mencionaba son el precio del agua (bueno, de la bebida en general) que salía a 2,10 euros por litro, y el tema de que los baños no estaban todo lo limpios que deberían, aunque tampoco era nada muy grave, simplemente es que podrían estar más limpios de lo que se encontraban.
En general, un hotel excelente para las vacaciones y la familia.