Mesón Rampalay
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carolina13
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Incidencias
Si hay algún problema, no dudes en decírnoslo:
Acerca de:Mesón Rampalay [Santander]
Ventajas:Todo muy rico
Desventajas:El comedor es pequeño
El mesón Rampalay es un restaurante situado muy cerca de la zona de marcha de Santander, bien comunicado con el resto de la ciudad gracias al servicio de transporte público y en una zona de aparcamiento complicadillo, aunque hay varios aparcamientos de pago no muy lejos, aunque en fin de semana suelen estar llenos, así que os recomiendo que si podéis, no os acerquéis con el coche.
Este restaurante está especializado en raciones y yo lo recuerdo de toda la vida, así que el negocio funciona, y no me extraña porque todo está buenísimo y no es demasiado caro, aunque hay que tener en cuenta que debido a la zona en la que está vamos a pagar un poquito más.
Nunca me había sentado a comer en el Rampalay, sino que me había limitado a tomar algo en la barra, donde los pinchos son espectaculares. No puedes evitar caer en la tentación de pedir alguno y es que soy un poco glotona.
No es una barra pequeña, pero siempre hay muchísima gente, con lo que la sensación de agobio es importante. Normalmente pedimos y salimos a la calle a tomar las consumiciones, de pie, porque aunque tienen una terraza bastante grande (unas 10 mesas) también suele estar llena.
Y por fin, después de años, el otro día decidimos quedarnos a picar algo. Es que nos falló la reserva en otro local y probamos en este. Sólo tuvimos que esperar 10 minutos y eso que no habíamos reservado. Eso en pleno verano seguramente sea imposible porque ya os digo que se pone hasta los topes.
La zona del comedor, por decir algo, es diminuta en comparación con el resto del local. No se si tendrán otro, pero si no es así no tiene capacidad para muchos comensales. Tiene 8 o 10 mesas. Nosotros éramos 6 y ocupamos una, aunque estábamos bien cómodos.
La carta es bastante variada. Tiene muchas raciones, frías o calientes, pero también tiene platos más elaborados de carne y pescado, así que es un restaurante adecuado para comer de manera más formal. Nosotros pedimos raciones para compartir, lo cual me parece más cómodo cuando sales con un grupo de amigos. Todo estaba muy rico, bien cocinado, los ingredientes se notaban frescos y todo perfectamente emplatado, a juego con el espectáculo de pinchos de la barra.
La atención del personal correcta, aunque igual tratan de agradar demasiado y queda forzada tanta simpatía. Debo reconocer que desde que trabajo de cara al público tengo el problema de que me parece que todo el mundo que te atiende y se esfuerza en parecer simpático sobreactúa, pero eso ya son paranoias mías. Reitero que el personal es educado, simpático y eficaz, que es lo que importa. Sirven rápido y bien.
Respecto al precio, no me pareció caro aunque tampoco barato si sólo tengo en cuenta lo que comimos y bebimos. Sin embargo, comparándolo con otros restaurantes del mismo tipo que se encuentran en la zona, es barato.
Este restaurante está especializado en raciones y yo lo recuerdo de toda la vida, así que el negocio funciona, y no me extraña porque todo está buenísimo y no es demasiado caro, aunque hay que tener en cuenta que debido a la zona en la que está vamos a pagar un poquito más.
Nunca me había sentado a comer en el Rampalay, sino que me había limitado a tomar algo en la barra, donde los pinchos son espectaculares. No puedes evitar caer en la tentación de pedir alguno y es que soy un poco glotona.
No es una barra pequeña, pero siempre hay muchísima gente, con lo que la sensación de agobio es importante. Normalmente pedimos y salimos a la calle a tomar las consumiciones, de pie, porque aunque tienen una terraza bastante grande (unas 10 mesas) también suele estar llena.
Y por fin, después de años, el otro día decidimos quedarnos a picar algo. Es que nos falló la reserva en otro local y probamos en este. Sólo tuvimos que esperar 10 minutos y eso que no habíamos reservado. Eso en pleno verano seguramente sea imposible porque ya os digo que se pone hasta los topes.
La zona del comedor, por decir algo, es diminuta en comparación con el resto del local. No se si tendrán otro, pero si no es así no tiene capacidad para muchos comensales. Tiene 8 o 10 mesas. Nosotros éramos 6 y ocupamos una, aunque estábamos bien cómodos.
La carta es bastante variada. Tiene muchas raciones, frías o calientes, pero también tiene platos más elaborados de carne y pescado, así que es un restaurante adecuado para comer de manera más formal. Nosotros pedimos raciones para compartir, lo cual me parece más cómodo cuando sales con un grupo de amigos. Todo estaba muy rico, bien cocinado, los ingredientes se notaban frescos y todo perfectamente emplatado, a juego con el espectáculo de pinchos de la barra.
La atención del personal correcta, aunque igual tratan de agradar demasiado y queda forzada tanta simpatía. Debo reconocer que desde que trabajo de cara al público tengo el problema de que me parece que todo el mundo que te atiende y se esfuerza en parecer simpático sobreactúa, pero eso ya son paranoias mías. Reitero que el personal es educado, simpático y eficaz, que es lo que importa. Sirven rápido y bien.
Respecto al precio, no me pareció caro aunque tampoco barato si sólo tengo en cuenta lo que comimos y bebimos. Sin embargo, comparándolo con otros restaurantes del mismo tipo que se encuentran en la zona, es barato.
Fecha:22:21:13 05/06/11
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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