Un hotel para pasar unas vacaciones tranquilas en Portugal, cerca de la playa, con buenos servicios y todas las comodidades que necesitas es el Hotel Dom Pedro Marina en Vilamoura. Está en la Avenida Tivoli de dicha ciudad.
Me gustó nada más entrar en su cuidado jardín, lleno de palmeras. allí tenías dos piscinas, una para niños y otra para mayores, muy limpias. Alrededor había tumbonas suficientes para todos y no faltaban las toallas gratis total.
No es un hotel inmenso. Tiene unas 155 habitaciones, suites incluidas, casi todas con vistas al mar o al puerto, como la nuestra.
Lo que no me gustó fue la decoración de nuestro cuarto. Mucho mueble antiguo, mucho mimbre en los sillones y mucha cama con aspecto de otros tiempos.
Afortunadamente, no tuvimos falta de espacio porque era una salita y cuarto de baño amplio.
Nos dejamos una pasta en el minibar de pago. Los botellines de agua eran a dos euros y las cervezas, tuvieran alcohol o no, a tres euros.
Menos mal que en el cuarto de baño había un montón de gel y champú suficiente como para lavarle la cabeza a toda la familia. Aun así, compré mi marca favorita de champú en un supermercado que había justo al lado del hotel. Yo soy muy de marcas.
No me resultó difícil entenderme con el personal del hotel. Eran amables. Nos solucionaron enseguida el problema que tuvimos con la puerta corredera que separaba el dormitorio de la salita.
Lo mejor fue el desayuno. En mi vida había visto un buffet más completo. Hasta tenían frijoles. Era un desayuno muy inglés, con muchos huevos revueltos, tocino frito, chorizo, fiambres variados, miel, mermelada, mantequilla, cereales, fruta fresca,... Yo tengo para desayunar de sobra con un café, delicioso allí por cierto, pero mi marido quedó encantado con el buffet. Él es español, pero empieza el día comiendo como un inglés.
Me gustó menos el buffet de la cena que nos sirvieron en el restaurante. Tenía platos variados, pero no me gusta autoservirme en las cenas.
Lo que me encantó fue la música en vivo del Piano bar. Me relajó una barbaridad.
La animación era diaria. Allí no te aburrías. No descarto repetir estancia en este hotel sólo por la animación y por las pistas de tenis.