Cuando visité Holanda, uno de los lugares a los que fuí fue a la fábrica de diamantes Gassan.
Tras un buen recibimiento por parte de uno de los jefes, nos acompañaron hasta una sala donde había tres trabajadores ante máquinas con las cuales pulían diamantes muy concentrados.
Allí nos dió una buena e interesante charla sobre la fabricación de diamantes y algunas curiosidades como que del total de la materia prima que se utiliza para hacer un diamante se desecha un 50 o 60%.
Además es en esa fábrica donde se hace el diamante con el mayor número de caras, 121. Por eso esta fábrica es reconocida en todo el mundo. Es impresionante como pueden hacer eso en un diamante tan pequeñito.
Lo que no me gustó de la visita fué su segunda intención que tras finalizar la explicación y un breve recorrido por la fábrica durante el cual pudimos ver como montaban también los diamantes en los anillos, nos llevaron a un despacho donde nos mostraron varios diamantes, todos ellos preciosos y montados en pendientes, anillos,... por si alguien quería comprar.
Eso sí, carísimos.
Su visita es interesante ya que uno normalmente no tiene la oportunidad de ir a una fábrica de diamantes y conocerla por dentro. Pero si hubiera ido por mi cuenta a Holanda o volviera a ir, no sería uno de los lugares que visitaría.
Es curioso, además se conoce a Amsterdam como la ciudad de los diamantes, habrá que saber a que se debe. Además el exterior es muy bonito, pues la fabrica está instalada en una antigua fábrica de diamantes que funcionaba a vapor.
Por si quereis visitarla, el horario de visitas es de 9:00 a 17:00 y la visita guiada la hacen en un montón de idiomas, así que no tendreis problemas.