Este es el único cortaúñas que conozco de toda la vida. Es el que teníamos en casa de mis padres y el que compré cuando me independicé y me da la impresión que me va a durar para siempre.
No es que lo use mucho, pero es que está como el primer día y eso que lo tengo en el baño (como todo el mundo supongo), en un armarito que no es hermético, con lo que recibe toda la humedad que genera el vapor de agua cuando te duchas, así que el acero es realmente inoxidable.
El de mis padres tiene un accesorio adicional pararte de los que es el cortador de uñas en si. Era una hoja metálica que servía como lima y para sacar la suciedad de las uñas, ya que acaba en una punta redondeada con la que es muy sencillo llegar a cualquier punto de la uña.
El mío no lo tiene y si que lo echo en falta, no por la lima, que era demasiado dura, sino porque en mis uñas siempre parece hacer rastros de suciedad, sobre todo en los pies. Me imagino que es por los zapatos.
La cuchilla de corte está como el primer día, totalmente afilada y el mecanismo, que no tiene mucho misterio ahora que alguien lo inventó, funciona de maravilla.
Creo que tengo cortaúñas para toda la vida, a menos que lo pierda en alguno de mis viajes y es que siempre me lo llevo por si acaso. De todos modos no es un producto muy caro, así que la pérdida no sería muy grande. No se si me costó 3,5 euros o poco mas.