El viejo café en Gijón es una cafetería en la que estuvimos un par de veces en nuestro fin de semana en la ciudad. La razón principal por la que fuimos la primera vez fue porque estaba cerca del hotel en el que nos hospedábamos y además, tenía ofertas muy interesantes, y es que la escapada que hicimos era de muy bajo presupuesto.
El local hace esquina y tiene un tamaño medio, pudiendo albergar a grupos bastante grandes, aunque nosotros eramos sólo dos, así que no teníamos ningún problema a la hora de encontrar sitio.
En la cafetería no había demasiada gente. Era un día de verano, con buen tiempo y eran casi las 4 cuando entramos, así que es normal que no hubiera casi nadie. La gente estaba en la playa o trabajando, pero nosotros, como buenos turistas, pues retrasamos la comida mas de lo necesario, con lo que se nos había pasado el estómago y ya no nos apetecía el típico menú del día, con tres platos y postre.
En la puerta había colgadas una serie de ofertas de comida rápida como sandwich o hamburguesa con patatas y bebida. Ya no recuerdo lo que costaba exactamente, pero no llegaba a 6 euros, así que nos metimos de cabeza. Hacía mucho calor en la calle y agradecimos la bajada de temperatura dentro de la cafetería.
El sitio es agradable, con una decoración de lo más tradicional, en madera, sin nada destacable pero muy limpio.
El servicio impecable. La camarera muy simpática, nos puso una tapa a base de frutos secos a pesar de lo tarde que era para comer.
La comida rica y de calidad y desde luego un precio de lo más asequible, tanto, que aquella noche decidimos volver a cenar allí. Esta vez elegimos raciones y menos mal que la camarera (que era la misma) nos avisó de que eran grandes y que no pidiéramos mas porque si no nos hubiéramos pasado pidiendo.
Desde luego, un lugar a tener en cuenta en Gijón si quieres comer barato.