Un buen hotel en Logroño es el Hotel Portales. No es un hotel que destaque por su lujo, que no tiene, pero sí destaca por su funcionalidad.
A nosotros nos tocó una habitación doble, bien insonorizada. Dormimos como dos benditos pese a que nuestras ventanas daban para una calle muy concurrida. Me gustó el armario. No sólo era grande sino que tenía un montón de perchas para colgar toda la ropa.
En limpieza un diez. Todos los días cambian sábanas y toallas. Además la ropa de la cama y las toallas se veía de buena calidad. No eran toallas de un todo a cien.
Es un buen hotel para ahorrar en desplazamientos porque está muy céntrico. A unos cinco minutos de caminata tienes la catedral. Para ir de compras tampoco necesitas coche porque estás en una calle muy comercial.
Lo que no me gustó fue que nos cobraran el parking. Sólo dejamos el coche una noche. Al día siguiente lo dejamos en un aparcamiento gratuito que hay enfrente del hotel.
Lo que no nos cobraron fue la conexión wi fi, que iba bastante bien en cuanto a velocidad.
Me gustó también el buffet del desayuno. Los zumos eran naturales, cosa que mi marido apreció. El café era de cafetera, no de esos de máquina. Estaba bien y los camareros fueron muy atentos con nosotros. Siempre nos preguntaban si queríamos tomar algo más.