Estamos es febrero, y en toda Sudamérica se transforman en un show esperado los carnales con brillos, comparsas, disfraces, carrozas para los cuales los participantes trabajan durante todo el año, tanto entrenando como preparando sus vestimentas y sus vehículos esplendorosos que los llevarán por las calles con la música y la alegría.
Argentina, no es la excepción en todas la provincias hay un carnaval que se caracteriza a la cultura de la zona.
En ésta ocasión, voy a contarles del Carnaval (el más importante en Argentina) en la Provincia de Entre Ríos, más precisamente en la ciudad de Gualeguaychú; ubicada a orillas del rio con su mismo nombre, y a unos 230 km de la Ciudad de Buenos Aires.
Todos los años El Carnaval comienza el primer fin de semana de Febrero, y a él asisten personas de todo el país como también del Uruguay...aunque en los últimos años y debido al conflicto por la papelera Botnia, episodio por el cual, la reina del Carnaval de Gualeguaychú se hizo conocer al mundo cuando en una cumbre de presidentes se filtro con un cartel para hacer el reclamo al presidente argentino frente a muchos países.....como les contaba desde aquel conflicto, es mucho menor la afluencia de uruguayos a estos festivales.
El brillo se despliega en más de una docena de carrozas ( que son la atracción principal del Carnaval.
Carrozas de mas de 10 metros de longitud, junto con más de un centenar de bailarines que lucen cerca de 80 mil plumas y más de medio millón de lentejuelas en sus vestimentas, y cerca de 200 piezas bordadas.
El punto de encuentro es el Corsódromo de Gualeguaychú, perfectamente equipada para que el público admire sentado el espectáculo (aunque es imposible con la música y brillo, y la sorpresa constante, mantenerse sentado).
Capacidad del Corsodromo para 50 mil personas que se ubican en la zona vip, en tribunas o sillas.
Cada año, hay competencia entre 2 comparsas, hasta hoy liderado por Mari-Mari..`pero 2013 trae competencia entre Kamarry Ará Yeví y la del Noroeste brasileño caracterizado por un compás que es derivado de la marcha y del maxixe.
Si bien, está un poco lejos de compararla con los grandes carnavales de Brasil, nuestro país da brillo y alegría, no sólo en el punto de encuentro, también por las calles hasta altas horas de la madrugada.