La Isla Misteriosa de Julio Verne es una novela que he vuelto a releer hace poco porque la empezaba a leer mi niña grande y yo la tenía un poco olvidada.
La primera vez que la leí no me hizo mucha gracia. Los libros de Julio Verne no eran mis favoritos, al contrario de lo que le pasa a mi hija Patricia; a ella le encantan.
En esta novela Julio Verne nos cuenta las peripecias que viven unos prisioneros que logran huir del asedio a Richmond durante la contienda norteamericana.
La huida la hacen en globo y tendrán que vivir muchos sufrimientos porque una tormenta los lleva a una isla deshabitada.
Esta es la parte más interesante de la novela: cuando el autor nos cuenta como sus protagonistas se las apañan para sobrevivir. Tendrán que fabricar con sus manos todo lo que necesitan y conseguir alimento cultivando las tierras.
La novela también tiene cosas previsibles como, por ejemplo, que la isla supuestamente deshabitada parece que no lo está del todo. Pronto encuentras a un hombre salvaje al que unos piratas habían abandonado en la isla hacía años. A partir de ahí empiezan a suceder cosas extrañas. Julio Verne intenta meter toques de ciencia ficción en la novela con escaso éxito en mi humilde opinión.
Me quedo, pues, con la primera parte de La isla misteriosa. La última parte me resultó siempre mucho menos interesante. Es la parte donde el capitán Nemo tiene todo su protagonismo.
No se puede negar que esta novela es un clásico. Sólo por eso merece la pena ser leída.