El Extranjero de Albert Camus siempre me pareció una novela triste en todas las lecturas que hice; unas tres mínimo.
La novela empieza con la comunicación al protagonista de la muerte de su madre. Como era previsible, el hijo hace todo lo posible para poder asistir al entierro de esta pobre mujer que había pasado los últimos años de su vida en un asilo.
Pobreza y frialdad se combinan en el personaje de Meursault. Vemos su pobreza en el hecho de que tenga que pedirle ropa para asistir al entierro a un amigo. Vemos su frialdad en que no derrama una sola lágrima cuando entierran a su progenitora.
Meursault es un hombre sin futuros proyectos. Se deja llevar por el día a día sin hacer nada para que su vida cambie para mejor. Considera que su vida es absurda.
En sólo 160 páginas te hace reflexionar sobre la existencia humana, sobre las injusticias que a muchos les toca vivir. Es una novela deprimente que no aconsejo leer cuando estás pasando por un bajón emocional.
¿Vale la pena leerla? Sí. Está bien escrita y se lee rápido. En esta novela existencialista todo gira entorno a Meursault, un hombre pasivo.
El azar juega un papel fundamental en el desarrollo de la trama. Meursault mata a un árabe pensando que lo iba a atacar con un cuchillo cuando no era para él la agresión. Como era previsible, acaba siendo condenado a la pena capital. Meursault sigue dejando que el destino escriba su vida, sin hacer para evitar el final de sus días.
No recomiendo esta novela ni la dejo de recomendar. Como he dicho, no me parece una novela adecuada para leer cuando estás deprimida. Te hundiría más.